Los colonos

15 de Marzo 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Avances que, como en la película, se presentan a contramano del discurso oficial emanado de autoridades y empresarios.

Rodrigo Castillo Jofré
Abogado. Mg. en Derecho Público.
Colectiva – Justicia en DD.HH.

“Los colonos”, es el título de la cinta del chileno Felipe Gálvez, estrenada recientemente, que narra la infame campaña desarrollada a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, por parte de estancieros y los estados de Chile y Argentina para avanzar sobre la Patagonia y Tierra del Fuego, impulsar las actividades productivas (especialmente ganadera) y expulsar o exterminar a los pueblos que ancestralmente vivían en dicha zona, considerados un obstáculo para el desarrollo del territorio austral. Los detalles de dicha campaña, escenificada en la película mediante el relato de la banda de Alexander McLennan, han sido conocidos de forma pública sólo en las últimas décadas, y nunca de manera generalizada. Asesinatos en masa, “caza” de personas financiada por estancieros que pagaban en libras a cambio de una oreja o nariz cercenada, venta de esclavos, y un sinfín de atrocidades que cimentaron la llegada del “progreso”. El exterminio de algunos de los pueblos originarios, así como la drástica reducción de otros, no ha contado con políticas firmes de claras de reconocimiento y reparación por parte del Estado chileno. Por el contrario, buena parte de los responsables intelectuales y financistas del proceso, continúan siendo homenajeados con calles, estatuas y museos en las regiones del sur austral. Tal vez gran parte del silencio en torno a esta historia, tenga relación con la falta de cambios en la perspectiva de la construcción del Estado y del proyecto de país hacia las zonas extremas, en este caso, respecto del sur austral. Es cierto que los mecanismos puedan resultar menos explícitos en su violencia, pero la idea de un vasto territorio disponible para su explotación a cualquier costo parece no haber abandonado el imaginario de buena parte del poder político y económico a nivel central. No es extraño, por ello, que las regiones de Aysén y Magallanes, recientemente sean noticia a raíz del avance en torno a proyectos extractivos con diversos impactos en la población y los ecosistemas. Al rechazo del establecimiento de protección a espacios costeros marinos solicitados por pueblos originarios en Aysén (zona de gran interés para la industria salmonera), se suma la reapertura del debate en torno a los proyectos de “hidrógeno verde” en Magallanes, producto de la polémica por el nombramiento en la Seremi de Medio Ambiente de dicha región a uno de los encargados de una empresa de hidrógeno verde en Tierra del Fuego. Avances que, como en la película, se presentan a contramano del discurso oficial emanado de autoridades y empresarios que deciden sobre el destino de dichas regiones.