Opinión

Inversiones en economía azul

Por: Diario Concepción 09 de Marzo 2024
Fotografía: Cedida.

Verónica Delgado Schneider
Centro Estudios Europeos UdeC

En julio del año pasado La Comisión Europea anunció 18 proyectos, de 36 países diferentes, incluyendo pymes, universidades, autoridades locales, escuelas etc. que recibirán aproximadamente 106 millones de euros para contribuir a la misión de la unión Europea de “restaurar nuestro océano y nuestras aguas”. Los resultados deben ser tangibles al 2030.

Varios puntos destacables.

Primero; se trata de las llamadas “inversiones en la economía azul”, pues existe un consenso científico asentado que invertir en la salud de nuestros océanos y masas de agua dulce traerá numerosos beneficios en la salud de las personas y del planeta, generando al mismo tiempo sustentabilidad, turismo, empleos etc. Sólo pensemos en algo básico como es nuestra alimentación como especie. Sabemos que el agua dulce seguirá disminuyendo y que entonces una forma de adaptarnos a esta nueva realidad será cambiando nuestros hábitos de alimentación, priorizando aquella que nos dan nuestros mares. Pero ello exige ser responsables en lo inmediato, dejando espacios intocados para asegurar que exista vida y una rica biodiversidad; y, en los espacios en los que se permitan actividades, imponiendo medidas importantes para evitar que se contaminen y que sus riquezas sean sobreexplotadas. Debemos cuidar. Segundo: en esta iniciativa se parte de un supuesto que en Chile a veces cuesta entender: las soluciones o medidas deben abordar el océano y las aguas como uno solo. Así, es obvio, por ejemplo, que el estado de los ríos y la calidad de sus aguas cuando desembocan en el mar obviamente afectan la salud de nuestros océanos. Debemos entonces ser respetuosos, por ejemplo, con los conceptos de cuenca y de zona marina costera; y dejar de tener regulaciones para el agua dulce y la salada, que no conversan nunca. Y avanzar en normas para ecosistemas compartidos con otros países. Tercero: ya no basta prevenir o controlar. El daño es tal que hay que dar un paso a la restauración. Reaccionemos. Estaos fallando y ahora debemos restaurar. Por lo mismo, fueron seleccionados, por ejemplo, proyectos para restaurar ecosistemas costero marinos degradados, incluyendo humedales, llanuras aluviales, marismas salinas; o proyectos para prevenir, minimizar y reparar la contaminación química, por ejemplo, en el mar Mediterráneo; o iniciativas para reducir la basura marina y la contaminación mediante el uso de artes de pesca inteligentes y de bajo impacto ambiental; o, pensando en la meta de ríos europeos libres de contaminación, fueron elegidas iniciativas para la prevención y eliminación de desechos, plásticos y microplásticos.

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