Opinión

Día Internacional de la Mujer, una mirada desde la academia

Por: Diario Concepción 08 de Marzo 2024
Fotografía: Universidad Católica de la Santísima Concepción

Dra. Carolina Aparicio Molina
Directora de Género UCSC

Cada año, el 8 de marzo es una fecha que invita a conmemorar a las mujeres y sus sostenidas demandas para participar en la sociedad en igualdad de derechos, donde su contribución resulta clave para avanzar hacia un desarrollo sostenible, justo y amable con la diversidad.

Especialmente desde la academia somos testigos de cómo la participación de las mujeres fortalece la realización de contribuciones a la comunidad, a través de la generación de conocimiento comprometido con problemas relevantes en espacios tradicionalmente masculinizados, en áreas como, por ejemplo, la astronomía, la minería, la energía y el cambio climático, además de aquellos en los que han estado presentes desde hace mucho, como lo es la salud, las ciencias sociales y la educación, entre otras.

También es importante destacar el rol que las mujeres desempeñan en docencia y en gestión universitaria, el cual visibiliza su potencial para liderar procesos complejos y tomar decisiones, modelando en las futuras generaciones de formación técnica y profesional la relevancia de la participación de mujeres en los más altos cargos.

En nuestro caso, la experiencia en la Universidad Católica de la Santísima Concepción da cuenta que las mujeres que ocupan cargos directivos son altamente valoradas por sus pares y equipos de trabajo. Pero sabemos que, para lograr el reconocimiento de su rol, muchas de estas mujeres han tenido que trabajar doblemente, tanto en el campo profesional como en el ejercicio de tareas de cuidado, ámbito que resulta fundamental para el desarrollo de la sociedad y la familia.

En consecuencia, el desafío que actualmente tiene la academia es constantemente buscar favorecer políticas institucionales y acciones concretas que permitan a hombres y mujeres estar en igualdad de condiciones para desarrollarse profesionalmente y en el plano personal y familiar.

Estas tareas nos animan a trabajar en todas las áreas y nos impulsan a prevenir todas las formas de desigualdad y violencia, pero también nos alientan fuertemente a generar instancias de encuentro y de reflexión constantes para que los espacios universitarios sean un lugar en el que vivamos la equidad y respeto por la dignidad de cada persona.

Sabemos que las mujeres que nos desempeñamos y formamos parte de la educación superior, ya sea en el rol de estudiantes como el de trabajadoras, tenemos importantes desafíos que alcanzar, con la finalidad de sostener los avances en el camino de la equidad, y desde la UCSC continuamos aportando en ello.

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