Vichnaya Pamyat: 2 años después en Ucrania

24 de Febrero 2024 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Javier Sepúlveda Estrada
Ayudante CEE UdeC

Dos años después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, no hay razones para creer que el conflicto terminará pronto. Y es que este día se ha convertido en una triste efeméride que en el último tiempo ha tenido los peores augurios para Kiev, Europa y el mundo.

Por un lado, la guerra de trincheras y los avances mínimos evidencian que la guerra está en una fase de estancamiento y de conquistas mínimas. Esto ha desembocado en una pérdida continua y sin sentido de vidas humanas, que agregado al sufrimiento de la población civil, son inaceptables en un mundo que se proclama comprometido con la protección de los derechos humanos y la promoción de la paz.

Por otro lado, la compleja situación geopolítica, marcada por un apoyo estadounidense menguante y una creciente incertidumbre en Europa, ha puesto en duda la sostenibilidad occidental a Kiev. Tras la dificultad del Congreso de EE.UU. de aprobar el paquete de ayuda financiera, y los cuestionamientos del candidato Trump hacia la OTAN, ha sido la UE y sus Estados miembros que han tomado la delantera, mediante la adopción de paquetes financieros y acuerdos de seguridad entre Paris y Berlín con Kiev. Pero la ayuda es insuficiente, y Ucrania requerirá de más ayuda que de momento se ve, en términos realistas, difícil de conseguir. El prolongado conflicto en Ucrania ha dejado en evidencia la fragilidad de la seguridad internacional y la urgente necesidad de reafirmar los principios del Derecho Internacional. Es fundamental recordar que el respeto por la soberanía, la integridad territorial de los Estados y la abstención en la amenaza o el uso de la fuerza son principios vitales en la construcción del sistema multilateral contemporáneo, y que no son elementos a negociar bajo discursos nacionalistas como el ruso. Acatar los acuerdos internacionales y las instituciones es crucial para evitar que la agresión a Ucrania se convierta en un triste precedente que amenace la estabilidad global.

En última instancia, la persistencia de la guerra en Ucrania resuena la importancia de mantener un compromiso firme con los derechos humanos, la justicia y el derecho internacional. “Vichnaya Pamyat” o Memoria Eterna: es hora de honrar a aquellos que han perdido la vida en este conflicto, reafirmando el compromiso con la paz, el derecho internacional y la dignidad humana.