Opinión

Los incendios forestales y la gestión de las aguas residuales tratadas

Por: Diario Concepción 09 de Febrero 2024
Fotografía: Cedida

Pedro Cisterna Osorio
Doctor en Ingeniería Ambiental- Académico UBB

El tratamiento de las aguas residuales se implementó con un gran empuje por parte del estado y el sector privado a principios del 2000 en nuestro país, como una respuesta a la contaminación de los cursos receptores: ríos, lagos, el mar; reforzada con una normativa ambiental plenamente justificada y necesaria. Normativa que se sustenta en el Decreto supremo 90 “que regula la descarga de contaminantes hacia cursos de aguas marinas y continentales superficiales” y el Decreto Supremo 609, “que regula las descargas de Riles/aguas residuales a servicios públicos de recolección de aguas servidas”.

Nuestra región posee una tasa de generación de 200000 metros cúbicos por día de aguas residuales tratadas aproximadamente, las que no son usadas con fines benéficos. En la actualidad son descargadas a ríos y cuerpos lacustres, dando cumplimiento a la normativa vigente.

Han pasado 25 años y enfrentamos desafíos ambientales distintos, un cambio climático galopante que se va intensificando con el paso del tiempo y con derivadas complejas tales como la crisis hídrica, un aumento de la temperatura del planeta de manera progresiva, de hecho en julio de este año la tierra alcanzo la temperatura promedio más alta que se tiene registrada, 17,18°C, lo que tiene como consecuencia que se produzcan incendios forestales en los veranos de gran alcance y su combate es cada vez más complejo y dificultoso.

En este escenario pesimista y a la vez realista, una de las herramientas que tenemos a nuestra disposición es el uso de las aguas residuales tratadas, que siempre están presentes, por tanto tenemos certezas de su existencia incluso la calidad de las mismas, es crucial dar un salto cualitativo respecto a la definición esencial de estas como un bien económico y de uso, no como un residuo que debemos disponer en las mejores condiciones tal que se minimice su impacto ambiental y se cumpla con la normativa.

Hoy las aguas residuales tratadas debemos usarlas, para el riego sin duda y también para enfrentar de manera programada y preventiva los incendios forestales, asumiendo lo ya planteado de cambiar el concepto de las mismas, se debe pensar en una infraestructura de tratamiento, de acumulación y de uso de estas, que se sustente en tecnologías basadas en la naturaleza, un camino viable y sustentable económica y ambientalmente.

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