Opinión

Impacto de la universidad emprendedora en la sociedad

Por: Diario Concepción 18 de Enero 2024
Fotografía: Cedida

Dra. Claudia Yáñez V.
Académica Facea Ucsc

En estos tiempos la educación superior se encuentra en constante evolución, por lo mismo, los académicos nos enfrentamos a la responsabilidad de, no solo ser transmisores de conocimientos, sino que, también, de convertirnos en agentes transformadores de la sociedad.

En este contexto, la noción de una “Universidad Emprendedora” emerge con fuerza como una entidad capaz de generar impactos positivos y significativos a través de la transferencia de conocimiento para todos sus grupos de interés. Así, la Universidad Emprendedora se distingue por su enfoque proactivo en la enseñanza y en la conexión entre el mundo académico y el ámbito empresarial.

Esta asociación no solo propicia un intercambio de valiosas ideas, junto a esto, permite que la investigación y la innovación, generadas en el entorno universitario, se traduzcan en aplicaciones prácticas y soluciones tangibles para los desafíos que enfrenta la sociedad. De esta forma, la transferencia de conocimiento se convierte en un puente que vincula la teoría y la práctica, dando lugar a un impacto real y positivo en el entorno.

Así mismo, a través de su actuar, la Universidad Emprendedora influencia la mentalidad emprendedora de sus estudiantes, unidades académicas y recurso humano. De manera tal que, al promover la creatividad, la resolución de problemas y la innovación, se cultiva una cultura emprendedora que va más allá de la adquisición de conocimientos académicos. Este enfoque holístico no solo prepara a los individuos para enfrentar los retos del mundo laboral, sino que, también, impulsa la creación de nuevas empresas, la innovación y el desarrollo económico sostenible.

La relevancia de esta perspectiva emprendedora se manifiesta también en la capacidad de la Universidad para adaptarse a un entorno incierto y cambiante. La rápida evolución de las tecnologías disponibles y las dinámicas sociales exigen instituciones educativas flexibles y receptivas, que puedan anticipar las necesidades futuras y de formar a profesionales preparados para ejercer y liderar en un mundo en constante transformación.

Asimismo, la Universidad Emprendedora no debería limitar su impacto sólo a la esfera local. La globalización de la información y la interconexión de las sociedades requieren que las instituciones educativas trasciendan las fronteras tradicionales. A través de la transferencia de conocimiento a nivel internacional y el intercambio de buenas prácticas, las universidades contribuyen a la creación de redes globales de colaboración que pueden abordar desafíos comunes y fomentar la comprensión intercultural.

Por lo tanto, la Universidad Emprendedora se posiciona como un motor crucial para el progreso social al priorizar la transferencia de conocimiento y la innovación, al integrar la teoría con la práctica y al fomentar la mentalidad emprendedora. Es así como las instituciones de educación superior no solo cumplen con su deber de educar, sino que, además, asumen un papel en la formación de individuos capacitados para afrontar los desafíos de la nueva era de transformaciones tecnológicas. Y es en este camino que la Universidad es la protagonista, como gestora del conocimiento y como una generadora activa de cambios que impactarán positivamente en la sociedad.

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