MIGUEL LÓPEZ REMOLCOY
Máster en Astronomía
Integrante de CePIA
Departamento de Astronomía UdeC

La romántica imagen del astrónomo solitario en la oscuridad, observando con fascinación el cosmos a través de un gran telescopio, está lejos de representar a la astronomía moderna. Los notables descubrimientos y las hermosas imágenes que nos entregan los grandes observatorios de renombre involucran una compleja colaboración entre individuos, instrumentos, software y, sobre todo, trabajo en equipo.

Hace poco tiempo terminé el magíster en Astronomía en el Centro Para la Instrumentación Astronómica (CePIA), donde el proyecto consistió en participar en la actualización del radio telescopio Caltech Submillimeter Observatory, marcando la transición al Leighton Chajnantor Telescope (LCT), que prontamente será trasladado desde Hawái al desierto de Atacama. Mi función fue rediseñar el circuito
de frecuencia intermedia del receptor para aumentar las capacidades observacionales del telescopio. Aunque acepté la tarea sin dudarlo, enfrenté un desafío significativo, ya que carecía de los conocimientos de electrónica necesarios para llevar a cabo el trabajo.

Fue un comienzo de muchas dudas e incertidumbre sobre el futuro de mi carrera, el proyecto se tornó difícil de llevar, tanto que incluso pensé en abandonarlo. Tuve que ser paciente y aceptar que me tomaría más tiempo del que tenía planificado poder terminar la tesis. Fue un tiempo de aprendizaje, y no sólo de los conceptos que necesitaba saber. Lo que me motivó a seguir adelante es que siempre hay personas dispuestas a ayudar, ya sea prestándome un libro o sentándose junto a mí para explicarme algo que no entendía. La realidad es que actualmente es prácticamente imposible que un proyecto pueda llevarse a cabo individualmente.

Los observatorios astronómicos y los laboratorios de instrumentación astronómica necesitan adoptar un enfoque multidisciplinario. En ellos trabajan ingenieros electrónicos, eléctricos, de software, mecánicos, físicos, y sus equivalentes técnicos, así como también astrónomos. Todos ellos conforman un equipo de trabajo que permite hacer funcionar estos grandes centros científicos, donde cada uno aporta con sus conocimientos y especialidades. En CePIA, estuve rodeado de estos grandes profesionales de diversas disciplinas que me ayudaron en momentos difíciles, y a su vez, contribuí en lo que estaba a mi alcance.

Lo cierto es que hay múltiples caminos para ingresar al campo de la astronomía. Mi elección de especializarme en instrumentación astronómica amplió mi perspectiva de esta fascinante ciencia, permitiéndome explorar sus diversas áreas. Si bien fue difícil al principio, el apoyo del equipo del laboratorio hizo posible que terminara con éxito mi tesis. Ahora la romántica imagen es la de un astrónomo observando el cosmos a través de un gran telescopio, pero esta vez rodeado de colegas, y donde juntos complementan sus conocimientos para realizar grandes descubrimientos.