LUIS SANTIBANEZ BASTIDAS
Consejero Regional del Biobío
La Dirección de Presupuesto Nacional (DIPRES) es una institucionalidad compleja. Dependiente del Ministerio de Hacienda, es la entidad de autorización y control para la ejecucion del presupuesto nacional. Su rol, no es muy conocido por la comunidad. Más para el sector público y en especial los Gobiernos Regionales, resulta estratégico el peregrinar a Santiago para solicitar autorizaciones de gasto y agilizar la transferencia de recursos sobre miles de millones de pesos. Está dirección tiene una estructura altamente centralista, muchas veces colonial y burocrática. Se trata de el mejor ejemplo de la escasa descentralizacion en materia de administración de recursos fiscales y la falta de empatía con el modelo de crecimiento de los propios Gobiernos Regionales.
Ejemplos claros son su negativa a la creación de la glosa presupuestaria para el programa “Más Movilidad”, iniciativa vital para agilizar más de 30 proyectos de interés para la conectividad vial del Gran Concepción.
Son 3500 millones de pesos bien invertidos, en un plan de inversión de 5 años para la contratación de profesionales al alero de Sectra del Ministerio de Transportes. Su misión es la obtencion de las Recomendaciones Satisfactorias (RS) de iniciativas clave para reducir la congestión, accidentes y promover el transporte público para miles de habitantes y la carga movilizada de interés comercial desde y hacia los puertos de la región.
No obstante, la Dipres se hace rogar en éstas y otras materias, mostrando su poder sobre las regiones e imponiendo lógicas que demuestran su clara intención de frenar el gasto fiscal sin mirar en 360 grados el desarrollo de quienes vivimos fuera de la capital.
Resulta absolutamente ilógico que en pleno siglo XXI está institucionalidad siga funcionado como el Virreinato del Perú, dónde la directora de presupuesto -por lo demás muy cuestionada- se erige como plenipotenciaria sobre el gasto de las regiones, sus ministerios y Gores. No hay una mirada estratégica ni menos de política pública sobre lo que se observa o retrasa. Un constante freno de mano al crecimiento de la autonomía regional. El Ejecutivo debe mostrar un verdadero compromiso en esta materia. No puede seguir quedándose en el discurso. Son los habitantes del Bio Bio los que sufren este asfixiante centralismo.
La Dipres debe actualizar su criterio a los tiempos modernos. Servir a los intereses de la ciudadanía. Promover proyectos emblemáticos. Conectarse con la realidad.
La República se construye aportando a la regionalización con señales claras y no solo intenciones.