Héctor Acuña
Gestor de Innovación de la Dirección de Innovación UCSC.

La Región del Biobío, con su rica biodiversidad y paisajes impresionantes, se enfrenta a desafíos sustentables que demandan una atención inmediata y un compromiso colectivo. La convergencia de factores como el cambio climático, la urbanización rápida y la explotación de recursos naturales plantea interrogantes cruciales sobre el futuro.

Uno de los desafíos más apremiantes es la gestión sostenible de los recursos hídricos. La escasez de agua y la contaminación de fuentes vitales son amenazas inminentes que afectan no solo a la población, sino también a la agricultura y a los ecosistemas locales. Es imperativo implementar políticas y prácticas que promuevan un uso eficiente del agua, junto con medidas rigurosas para preservar la pureza de nuestros ríos y lagos.

La expansión urbana descontrolada es otro reto clave. Este crecimiento a menudo implica la deforestación y la degradación de hábitats naturales, poniendo en peligro la diversidad biológica. Es esencial adoptar un enfoque planificado y sostenible para el desarrollo urbano, integrando tecnologías e infraestructura que preserven la conexión entre la ciudad y la naturaleza.

La sostenibilidad económica también juega un papel fundamental. La región depende en gran medida de industrias como la forestal y la pesquera, que, si bien son fuentes importantes de empleo, deben evolucionar hacia prácticas más sostenibles. La diversificación económica, el fomento de la innovación y la promoción de pequeñas empresas sostenibles son estrategias clave para construir una base económica sólida y equitativa.

Finalmente, la participación ciudadana es un componente vital en todas las dimensiones antes señaladas ya que genera un espacio de encuentro entre diversos actores que buscan y promover el desarrollo sostenible en la región. Por lo tanto, el llamado es a colaborar teniendo como base el desarrollo de las personas y el respeto por hacia los entornos naturales presentes en Biobío.