GASTÓN SAAVEDRA CHANDIA

Senador Partido Socialista

 

Con más de 100 años de existencia, la Unión Interparlamentaria, ha sido fundamental en distintos procesos históricos.

Fue la visión de dos hombres, miembros de los parlamentos de Inglaterra y Francia quienes convencidos de la resolución de conflictos por la vía pacífica crearon la Conferencia Interparlamentaria, que luego pasó a llamarse Unión Interparlamentaria.

Desde su creación, el 30 de junio de 1889, los objetivos de la Unión Interparlamentaria han estado ligados a la construcción de caminos de acuerdo para el bienestar de las personas y la paz a nivel internacional. Hoy la Unión Interparlamentaria busca promover estados de derecho a nivel nacional como internacional para garantizar el acceso igualitario a la justicia, reducir la corrupción y el soborno, creando instituciones responsables y transparentes.

Terminar con todas las formas de violencia y de delincuencia organizada. Sus miembros, en los que también se cuenta el Congreso Nacional, abogan por que el diálogo, el entendimiento y el respeto a la ley sean utilizados como vías para la solución de los conflictos, por lo que no hay espacio para la indiferencia y la insensibilidad.

La libertad, la justicia y la paz del mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y los derechos de todos los miembros de la familia humana. Un grupo de parlamentarios de Chile, estamos participando en la147 Asamblea anual que este año se realiza en Luanda, Angola. Durante el trabajo en las comisiones y en la asamblea nuestro objetivos ha sido apoyar y adherir a la propuesta de todos los parlamentos del mundo, de crear instituciones sólidas, consistentes y coherentes en pro de la libertad, la igualdad y la paz. Solo así se podrá construir sociedades más justas y, al mismo tiempo, sustentable.

Desde Chile, nuestro aporte al trabajo de los cientos de delegados presentes es la de apoyar todas aquellas resoluciones y acuerdos que nos permitan como personas – en primer términoy como parlamentarios que la construcción y el fortalecimiento de las instituciones para la construcción de sociedades justas, pacificas e inclusivas, de acuerdo con lo dispuesto en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16. Hemos insistido en que los parlamentos y sus parlamentarios y parlamentarias debemos, a través de nuestro quehacer cotidiano, contribuir a un reconocimiento social de la democracia como medio de gobierno y de solución de todas las inequidades al interior de las sociedades.