Cambio de matriz energética sin su demonización

Dra. Ana Araneda G.
Consejera Regional del Biobío

La región del Biobío adquirió hace unas décadas el desafío del cambio de matriz energética, transitar desde los combustibles fósiles a las energías limpias y renovables, donde se han obtenido importantes avances, apostando a la descarbonización.

Tan así, que es histórico para el sector eléctrico chileno, la generación renovable, que ha superado a la generación térmica en el primer semestre de este año, reflejando un importante avance en la transición energética del país.

En la región, bien sabemos se ha ejecutado la instalación de cientos de aerogeneradores y fotovoltaicos, principalmente en la provincia del Biobío aprovechando precisamente las bondades del viento y el sol respectivamente, en tierras planas y suelos de uso agrícola.

Sin embargo, cada día, las instalaciones de estos enormes parques fotovoltaicos o los gigantes eólicos, pierden valor social y sus impactos al medio ambiente que debiesen ser poco significativas, no lo están siendo.

Existe una percepción negativa e incluso una tendencia a la demonización de estas energías limpias, sólo por el hecho de instalarse en cercanías de comunidades rurales, lo cual ocurre por dos simples razones, el costo económico al instalarse cerca de rutas principales y por otra parte, no contar con una ley que garantice distancias mínimas y su convergencia ambiental con otros sectores productivos.

Tal es el caso en particular de un proyecto actualmente en evaluación en el servicio de evaluación ubicado en el sector rural el Rosal, en la comuna de los Ángeles, donde, según el levantamiento de información, habrá aerogeneradores a menos de 250 metros del relleno sanitario Laguna Verde, sabiendo que este relleno próximamente debe ampliarse. Así como este aerogenerador hay otras situaciones complejas como desvalorizar patrimonios naturales y turísticos como Los Saltos del Laja.

Esta compleja situación no sorprende cuando ya están en operación proyectos que generan efectos negativos a muchos habitantes como es Mesamavida en Los Ángeles o en Negrete, desde la salud a las personas hasta la productividad de los sectores.

Absolutamente debemos cambiar la matriz energética, porque la crisis climática hoy llamada ebullición climática nos llama urgentemente a la resiliencia y adaptación, pero estos cambios deben ser con responsabilidad, justicia social y respeto por las comunidades que históricamente con respeto han cohabitado sus territorios.