ALEJANDRA STEHR Y RICARDO BARRA
Académicos Fac. de Ingeniería y Fac. de Cs. Ambientales-Centro EULA
Universidad de Concepción
Hace unos días viajamos a la Southern University of Science and Technology (SusTech) de la ciudad de ShenZhen al sur de China, conocida como el Silicon Valley chino, pues es la ciudad de Huawei y de BYD. Esto por un proyecto de colaboración con China y la Agencia Nacional de Investigación Científica ANID, para comparar cómo estamos evaluando los recursos hídricos en el contexto del cambio climático, tanto en China como en Chile, en calidad de agua.
Nuestros colegas chinos nos indicaban que la ciudad se ha ido construyendo en los últimos 40 años. La explicación es política por su cercanía a Hong Kong, pero también científica, pues dedicaron importantes recursos para la formación de postgraduados y el desarrollo de la investigación de frontera, en particular en la temática ambiental. Observamos con mucho interés la existencia de empresas incubadas en la Universidad que hoy son importantes desarrolladores de sistemas de monitoreo ambiental en línea, colaborando con la investigación universitaria, así como en la formación de capacidades que se requieren para un país de rápido crecimiento.
También visitamos la Universidad de Xiamen y conocimos el Laboratorio Nacional de Ciencia Ambiental Marina y la Facultad de Ciencias Ambientales y Ecología, donde se lleva a cabo un completo Programa de Monitoreo en Línea del Estrecho de Taiwán y de ecosistemas sensibles como los manglares, verdaderos bosques marinos por su alta biodiversidad, que prestan enormes servicios ecosistémicos para la captura de carbono.
Destacamos el cuidado de la calidad de agua del río Jiulong, el cual provee de agua potable a la ciudad de Xiamen y el compromiso relevante con la electromovilidad: la totalidad del transporte público de la ciudad de ShenZhen es eléctrico. Y casi un tercio de los vehículos que transitan en la calle son eléctricos y fabricados ahí mismo, lo que da cuenta del compromiso del país para reducir en forma drástica sus emisiones.
décadas era pobre logra dar este enorme salto al desarrollo? La respuesta no es simple, pero parte de ella está en el compromiso para desarrollar la ciencia, tecnología y la innovación como pilares para dicho salto. China formó su capital humano avanzado mayormente en países occidentales, pero ya tiene una capacidad propia en muchas áreas de investigación y destaca por la calidad de las investigaciones y el fuerte compromiso con los problemas que tienen y que son urgentes de resolver. Es cierto que la crisis económica afecta a China, pero, sin duda, seguirá siendo un protagonista relevante de este siglo XXI por la colaboración científica con sus contrapartes de países en vías de desarrollo, como Chile. Es una oportunidad de aprendizaje mutuo que no debemos dejar de aprovechar.