10 mil personas murieron esperando
24 de Julio 2023 | Publicado por: Diario Concepción
Fernando Chomali
Arzobispo de Concepción
Hace años que se sabe que la capacidad del sistema hospitalario no da abasto para atender las necesidades médicas de la ciudadanía. Solemos olvidarnos de ello de tanto en tanto. Así es que como una noticia más, en medio de tantas desgracias que nos abruman, pasó el hecho de que 10 mil personas murieron esperando una cirugía en el cuatrimestre pasado. En esa lista de espera sólo hay pobres.
Los mismos que carecen de recursos para una vivienda digna, tienen pensiones miserables después de una larga vida de trabajo y están atentos a los subsidios porque tienen dificultades para encontrar trabajo, darles una buena educación a sus hijos y vivir en lugares seguros. Si hubiesen tenido recursos, el desenlace hubiese sido otro.
A la muerte de una persona, se suma la frustración de la familia y la indiferencia y frialdad de la sociedad. Este hecho debiese cuestionar en lo más profundo las políticas públicas en salud, la distribución del personal médico y los recursos materiales y, sobre todo, la verdad y el significado de la medicina. Pero sobre todo el modelo económico que nos rige. Por una parte vemos en los medios de comunicación y las redes los excesos de unos pocos, y por otro, la carencia de los muchos.
Las causas son múltiples, sin duda. En mi opinión, la mercantilización de los servicios médicos, – que se hable por ejemplo de usuarios y clientes y no de pacientes-, el hecho de ser servicios que se transan en el mercado como una mercancía según la ley de la oferta y la demanda, sumado a la escasa conciencia que sobre los conocimientos grava una hipoteca social, son algunos de los factores que nos han llevado a esta dramática situación que, de seguro, seguiremos lamentando por muchos años más. Al final el Estado hace lo que puede y, por cierto , con la mejor voluntad, pero está colapsado. No podemos negar que el sistema de salud en Chile tiene una amplia cobertura y que durante la pandemia de Covid 19 estuvo a la altura ante las graves circunstancias que vivimos. Pero es incapaz de responder con los recursos de qué dispone las apremiantes exigencias de la gran mayoría de los habitantes de Chile que no tienen acceso a los sistemas de salud privados. Allí hay una gran injusticia que no se puede seguir arrastrando porque ser atendido es un derecho humano fundamental que no puede quedar supeditado a consideraciones económicas, sociales. políticas o de cualquier tipo. Frente a esta noticia hemos de activar con fuerza todos los estamentos de la sociedad y emprender el camino hacia la equidad en el derecho a ser cuidado. Ello implica poner en el centro del debate la dignidad de la persona humana, la justicia y los principios de subsidiariedad, solidaridad y sobre todo de fraternidad.