
En la Región del Biobío, 30 niños y niñas han evitado la internación y han sido acogidos en un entorno de amor y protección, impactando sus vidas para siempre.
Julieta Sáez Ramírez
Directora FAE Captación Concepción
En julio de 2021 se crean en 3 regiones del país los programas de “Captación de Familias de Acogida” como parte de la oferta pública del entonces Sename y ahora del Servicio de Protección Especializada, con la misión de avanzar en una cultura de acogida, y en la captación de familias externas, llamadas así, por ser voluntarias y no vinculadas familiarmente a los niños(as). Lo anterior, en virtud del objetivo como país de disminuir la internación en centros residenciales para niños y niñas que deben ser separados de sus familias por una medida judicial, debido a graves vulneraciones de derechos que han sufrido. Como ninguna otra, la instalación de esta política pública depende de la solidaridad, sensibilidad y compromiso de la ciudadanía que, en forma altruista, quiere aportar a un cambio protegiendo a los más vulnerables y llegar a tiempo a la vida de niños y niñas, proporcionando condiciones para un desarrollo psicológico óptimo, y al mismo tiempo, un contexto reparador para las situaciones que han vivido en su corta vida. Ya, desde el año 2015, Chile apostó por las familias de acogida para ir avanzando en la desinternación, logrando el año 2018 revertir la curva de atendidos en Familias, superando a los atendidos en Residencias. Ese mismo año, el Acuerdo Nacional por la Infancia y estudios de la Unicef, señalan la necesidad urgente de continuar avanzando en esta línea, y generar programas exclusivos para promover el acogimiento y reclutar familias externas. Lo cual, es refrendado recientemente por la Ley de Garantías, y la ley que crea el servicio de Protección Especializada, normas que promueven y mandatan la desinternación de niños y niñas menores de 3 años. Este nuevo camino se ha ido consolidado, sin embargo, hoy nos presenta grandes desafíos, como: generar un soporte institucional para estas familias que favorezca y facilite su labor, incentivos a los empleadores que comprendan esta función, priorización en la atención de salud y educación, entre otros. A la fecha, y luego de 2 años de funcionamiento en la región del Biobio, 30 niños y niñas han evitado la internación y han sido acogidos en un entorno de amor y protección, impactando sus vidas para siempre. Gracias totales a estas familias.