
Nancy Plaza Troncoso
Enfermera y académica Facultad de Medicina Ucsc
Para quienes son diagnosticados con Parkinson se transforma en un proceso muy complejo, lleno de preguntas e incertidumbres. El primer consejo es tener paciencia y buscar información con profesionales del área de la salud o fundaciones que tengan conocimiento científico, porque es una patología compleja de diagnosticar y requiere un tiempo prolongado en establecer un tratamiento adecuado para mejorar los síntomas y signos propios de la enfermedad según cada persona en particular.
Al comienzo, los familiares y amigos que se acercan a conversar tienden a dar consejos, experiencias e incluso entregar medicamentos sin saber que están perjudicando su estado, particularmente en la adherencia a tratamiento, incorporando dosis inadecuadas u otros fármacos. Además, se mantiene una atmósfera de tensión, tanto para la persona con Parkinson como en la familia, porque no ven mejorar inmediatas, provocando problemas de autoestima, ansiedad y depresión por la pérdida de la independencia física.
En el transcurso de la enfermedad, el apoyo de la familia y cercanos es determinante para mantener una buena calidad de vida, tanto de la persona enferma como del cuidador familiar que está cuidando las 24 horas. Es fundamental mantener un grupo de personas capacitadas en el cuidado para tener horarios disponibles para el descanso y distracción de la díada paciente- cuidador.
Al inicio deben preocuparse por mantener los horarios de los tratamientos, no incorporar ningún fármaco o hierbas sin la autorización del médico tratante. Procurar, informar a todos los médicos sean médico general o de otras especialidades, que se encuentra en tratamiento de Parkinson, porque hay interacciones farmacológicas que potenciar o disminuir los efectos del tratamiento de Parkinson. Asimismo, se aconseja no aislarse y en lo posible mantenerse distraído a través de actividades que potencien el bienestar y tranquilidad.
Paralelamente es bueno acudir a fundaciones, asociaciones o grupos de la comunidad que trabajen con personas con Parkinson, para encontrar un apoyo emocional de otras personas en la misma condición y de un equipo de profesionales de salud que facilitaran el conocimiento necesario para mantenerse en buenas condiciones. A lo que se suma el mantener una buena alimentación con abundante agua y verduras para favorecer el buen tránsito intestinal. Además, de actividad física para mantener una adecuada capacidad en los sistemas musculoesqueléticos como respiratorio.
El ambiente del hogar debe ir adecuándose a la condición de la persona con buena iluminación, sacando alfombras sueltas y libres de objetos en el suelo por posibles caídas; acondicionar los baños y cocinas que favorezcan la buena postura y el mínimo de esfuerzo para evitar lesiones mayores y los dormitorios o salas deben tener el mínimo de elementos para favorecer una buena movilidad.
Como es una enfermedad crónica que no tiene una curación definitiva. Sin embargo, puede tener una buena calidad de vida, aunque en un periodo prolongo la persona va a presentar un deterioro progresivo, dependiendo de la adherencia a su tratamiento médico, el apoyo psicológico, de terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogo, kinésicos, de enfermería y sobre todo el soporte de la familia y su entorno social.