La opinión de la ONU

07 de Abril 2023 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Se debe mantener un cuidado equilibrio entre los compromisos internacionales de los Estados y la soberanía.

Florencia Alvez Marín
Abogada Colectiva Justicia en Derechos Humanos

“La ONU tendrá que quedarse con su opinión” declaró hace unos días un senador de la República, en el contexto de la discusión de la ley “Naín-Retamal”. Tales discursos se multiplican en los medios, recorren las calles, se amplifican en las esquinas, entran a las casas y se instalan en las mesas e ideas de los ciudadanos, en la fértil tierra de la formación deficiente en educación cívica, historia, filosofía y derechos humanos. Y configuran la forma en que nos vinculamos y la manera que percibimos y pensamos a los demás.

La ONU, Organización de las Naciones Unidas, es un organismo internacional que nació oficialmente el 24 de octubre de 1945, luego de que la mayoría de los 51 Estados Miembros en ese momento, entre los que ya se contaba Chile, firmaran la Carta Fundacional. En ella se señalan los propósitos de la Organización: la preservación de la paz, la fe en los derechos fundamentales de las personas, en la dignidad y el valor del ser humano, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas.

Imbuida por las consecuencias de dos guerras mundiales e impulsada por la convicción de que los ordenamientos nacionales no eran suficientes para evitar las graves vulneraciones de derechos que precedieron a su fundación, la ONU nace con el objeto de ser un lugar donde los países del mundo puedan reunirse, discutir problemas comunes y buscar soluciones compartidas. Hoy cuenta con 193 miembros que periódicamente se reúnen en la Asamblea General, el órgano principal de deliberación, adopción de políticas y representación. Desde su fundación la Asamblea General ha adoptado diversos tratados multilaterales, muchos de ellos ratificados por Chile y vigentes, que han contribuido a mejorar la vida de los y las ciudadanas de nuestro país. Además la ONU trabaja a través de programas, fondos y agencias especializadas, en oficinas regionales y locales.

Se debe mantener un cuidado equilibrio entre los compromisos internacionales de los Estados y la soberanía. La prudencia en las formas y en el fondo es trascendental para mantener el espíritu fundacional: garantizar los derechos fundamentales y reafirmar la fe en la dignidad y el valor de la persona humana. Desdeñar la historia y esperar que se queden con su opinión parece no ser la vía apropiada.