Opinión

“Jardines de la Democracia”

Sucede que cuando la realidad llega a tierra, se nos rompe esta burbuja idealizada.

Por: Diario Concepción 18 de Febrero 2023
Fotografía: Cedida

Daniela Cáceres Pradenas
Ayudante del CEE y Estudiante de 5to Año, Derecho UdeC

“Liberté, Égalité, Fraternité”, es un lema que todos alguna vez hemos escuchado en clases de historia, televisión o en algún debate, y es que Francia siempre ha sido símbolo de lucha y justicia. La mayoría consideramos a países europeos como el “modelo a seguir”, y uno tiende a pensar que son una especie de utopía que han alcanzado todos los derechos sociales existentes; sin embargo, los franceses dirían que esto es una visión errada de su realidad. En el último tiempo, Francia ha tomado protagonismo en los titulares noticieros por trenes y vuelos parados, escuelas cerradas, paros docentes, y miles de manifestantes en las calles de todos los rangos etarios y sociales exigiendo al presidente Macron no llevar a cabo la reforma de las pensiones que, entre otras medidas, aumenta la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Esta impopular propuesta ha sido rechazada por un 65% de los franceses, junto a numerosas críticas de ambos lados del espectro político, y de lo cual también es clave mencionar, se ha visto cada vez mayor presencia de trabajadores del sector privado opositores a la reforma. No obstante, Macron afirma que ello es vital para “garantizar la viabilidad del sistema de pensiones” de aquí al año 2027, pero sindicatos insisten: “hay otras formas de hacerlo”. Uno podría suponer que esto es “una protesta más”, pero lo cierto es que se trata del movimiento social más numeroso en Francia desde el año 2010 (240 convocatorias por todo el país) y en el que inevitablemente, han habido choques violentos entre manifestantes y policías, censura política en cuanto a cifras oficiales, y básicamente: caos colectivo. Todo esto pareciera no tener fin, mientras el mandatario aparenta no ceder, huelguistas afirman que si el gobierno hace oídos sordos a sus peticiones paralizarán toda Francia el próximo 7 de marzo. Podrán pensar que es una simple amenaza, pero recordemos que los grandes movimientos sociales han nacido en estas tierras, y los franceses no son conocidos necesariamente por ser fácilmente sometidos. Este es el ejemplo perfecto de como uno romantiza tierras foráneas por el simple hecho de ser un poco más progresistas que la nación en la que uno vive (y claro, por la imagen que nos deja Hollywood) pero, sucede que cuando la realidad llega a tierra, se nos rompe esta burbuja idealizada.

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