"En un proyecto de tal magnitud es impresentable la ausencia de un plan de contingencia del Ministerio de Transportes".
Piero Blas
Consejero regional del Biobío
La ribera sur del Biobío (Coronel, San Pedro de la Paz y Lota) es el área que más se busca beneficiar con la construcción del nuevo puente ferroviario, sin embargo, desde antes del comienzo de las obras algunas autoridades alcaldicias ya habían hecho pública su preocupación por las consecuencias en la congestión vehicular mientras duran los trabajos.
En un proyecto de tal magnitud es impresentable la ausencia de un plan de contingencia del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Especialmente para uno de los posibles escenarios como el que nos tocó sortear respecto a la reciente falla, que nos tiene sin puente de trenes nuevo ni viejo hasta nuevo aviso.
Se establecieron transbordos para el tránsito pasajeros entre San Pedro y Concepción como solución temporal, pero el volumen de transporte de carga por tren también se sumará a la congestión vehicular por medio de un aumento de camiones, una de las principales causas de los atochamientos en la comuna sampedrina.
Lo que pasó nos recuerda la urgencia de desarrollar mecanismos que terminen otorgando alternativas viales para zonas como San Pedro de la Paz, ofreciendo factores de descongestión mientras se lleven a cabo las obras. En tanto, hacia la costa, donde se emplazará el Puente Industrial, tampoco parece descabellado planificar para mantener un fluido tránsito vehicular, pudiendo, por ejemplo, soterrar algunos puntos de atochamiento, como los cruces de Candelaria o el que está frente al Parque San Pedro.
Existiendo tantas posibilidades, aumentar las cifras de inversión en infraestructura es positivo, pero quienes no estamos en Santiago no solo debemos preocuparnos por la celeridad de que atiendan nuestros problemas, también de que sea un trabajo que respete nuestra calidad de vida y que permita a la ciudadanía planificar su vida al largo plazo en la comuna donde decidieron asentarse.
Si no se coordinaron medidas concretas para adaptarnos a los efectos más esperables, como el aumento de congestión en una de las comunas con más tacos en la región y el país, ¿no será tiempo de exigir a la autoridad en Santiago nos escuche, para prever escenarios como el que acaba de dejarnos “sin pan ni pedazo”?