Claudia Hurtado
Abogada

¿Quién no ha disfrutado un viaje en tren? Una gran experiencia, una posibilidad de conocer el paisaje y si se trata de conectividad y de internacionalización, qué mejor que llegar a través de esta forma de transporte a Argentina.

En los últimos días ha ido tomando fuerza la idea de avanzar en la descentralización y de convertir a la Región del Biobío, en una región pujante e innovadora, y en un polo de desarrollo, a través de un proyecto de trazado ferroviario que una al Gran Concepción con la frontera de Argentina.

Se trata de una propuesta atractiva, si lo que se busca es generar desarrollo en una de las regiones más importante de nuestro país, qué además permitirá fomentar el turismo que ha estado tan alicaído, después de la pandemia y que, además, nos permitirá fomentar las exportaciones y con ello el desarrollo económico.

A su vez, y en atención a la proyección económica, que hemos conocido últimamente y que nos son nada de alentadoras, se hace necesario generar ideas y proyectos que nos permitan buscar el desarrollo más aún cuando hay potencial, como es el caso de la región del Biobío que ya el año 2015, inició un estudio de prefactibilidad de trazado ferroviario, túneles y puentes que buscan conectar a la Región con Argentina.

Por otra parte, necesitamos considerar que el transporte de carga representa cerca del 9 del mercado terrestre con 30 mm de toneladas, lo que considera un aspecto importante si lo que se busca es el desarrollo de una actividad sustentable, que brinde mayor seguridad y que reduce los tiempos de transporte.

Si queremos seguir entregando argumentos, para un proyecto de esta envergadura para la región del Bio Bio, podemos señalar, además, que el transporte ferroviario es adecuado para productos voluminosos y pesados, entregando mayor capacidad, mejorando la logística y comodidad.

Hoy cuando la descentralización ocupa un lugar importante en la agenda pública, cuando los Gobiernos Regionales ya tienen instaladas las Divisiones de infraestructura y transporte, es el momento de actuar y de convertir a la Región del Biobío, en la región de la conectividad, del desarrollo y de los grandes proyectos que aporten al desarrollo nacional.