
Hace pocos días supimos de la solicitud de liquidación voluntaria de la constructora Claro Vicuña Valenzuela. La consecuencia de ello es la detención de más de 30 obras, desvinculación de 2.500 personas y el termino de adquisición de bienes y servicios.
Sin duda, una situación que desde luego agrava la crisis económica que se viene advirtiendo desde hace algunos meses en nuestro país, y que repercute en distintos ámbitos. En primer lugar, la pérdida de empleos que significa una situación como esta, es grave. No sólo se trata de números, sino de familias que pierden su fuente laboral y consecuencialmente sus ingresos, con escasas posibilidades de reincorporación laboral.
Esta circunstancia, además afecta el desarrollo de los proyectos, tan anhelados, que generan bienestar y mejorar las condiciones de vida de los habitantes y deteriora la inversión pública.
Si a esa situación le sumamos, otras de similar envergadura, como la inflación, que ha afectado y marcado una fuerte caída en las ventas del retail, que se ha acentuado especialmente, los últimos tres meses. La desaceleración del comercio minorista, la destrucción de empleos por necesidades de la empresa, que ha registrado su alza anual más alta este año, vemos que el escenario no es alentador.
Por otra parte, los organismos internacionales nos dicen que Chile será el único país de la región que tendrá una caída del PIB durante el 2023, que Chile es el país de la OCDE con la señal más fuerte de desaceleración. Circunstancias que no son nada de esperanzadoras.
La mayoría de estas situaciones son consecuencia de lo que hemos enfrentado social y políticamente en los últimos años, tanto en el país como en el ámbito internacional. En su mayoría estas consecuencias eran previsible o al menos, esperadas.
Es este el momento, en el que se deben abordar estas consecuencias, deben ser considerada por las autoridades, que tienen la responsabilidad de trabajar por el desarrollo y bienestar del país y de sus habitantes. Desde el parlamento hemos demostrado disposición para abordar reformas que permitan dar una luz de esperanza a la economía y desarrollo de nuestro país.
Esperamos que este problema que vivimos pueda ser considerado como una oportunidad. Esperamos que se pueda enmendar el rumbo.
Flor Weisse
Diputada del Distrito 21.