Profesor Sergio Sepúlveda S.
Programa de Estudios Europeos UdeC
Colegios Etchegoyen y Aurora de Chile
Estos días he vuelto a leer “Crisis” de Jared Diamond y plantea que, a lo largo de la vida, los individuos pasarán en algún momento, situaciones de crisis, lo que es análogo para los países, que también se ven expuestos a sufrir crisis nacionales, las que se pueden resolver con cambios que logran éxito o terminan en fracasos.
Lo mismo ha sucedido en colegios o en familias y en la situación que vive nuestro país, en que nos afecta una profunda crisis general, se debe ser cauto al momento de tomar decisiones, por cuanto los efectos son de carácter holísticos, incluso en aspectos de bajo perfil.
Es en esta situación, hace 20 años se firmó el Tratado de Asociación con la Unión Europea, que fue uno de nuestros principales logros diplomáticos, y frente a ese proceso pragmático en que la política exterior era parte de la política de Estado y de nuestros Objetivos Nacionales, hoy está en un proceso de ralentización por parte de las nuevas autoridades por cuanto se están volviendo a viejos enfoques provocados por la ideologización.
A lo largo de la historia nacional, ha primado el estilo diplomático llamado “civil-pragmático”, que es la diplomacia tradicional y cuyo éxito es indiscutible, sobre todo en la inserción internacional de nuestro país y la firma de los diversos tratados de libre comercio y el de Asociación antes mencionado.
En la era militar surgió el enfoque “pretoriano-ideológico” que se sustentó en el anticomunismo del régimen, dejando de lado a los profesionales de la diplomacia por militares; estilo que frente a las circunstancias, tuvo que ceder al carácter pragmático para lograr la inserción económica de Chile; pero hoy con las autoridades, que si bien son de un signo político contrario, hay una vuelta a ese estilo por cuanto se antepone el cariz ideológico que cuestionan las bondades de la inserción económica, por sobre los intereses nacionales y cuyas decisiones pueden tener costos más que beneficios.
Otro lugar en que la crisis sigue es en Reino Unido, con la renuncia de Liz Truss, que es el cúlmine de una serie de gobiernos “tories” que han gestionado lo que ahora ha sido considerada una mala decisión, el “Brexit” que fue una “solución” a problemas internos y cuyos costos ya se han hecho sentir. Entonces, frente a las situaciones de crisis, la enseñanza es que se debe reconocer la necesidad de enmendar y se debe asumir la responsabilidad frente a las malas decisiones y a la autocompasión porque el tiempo pasa la cuenta.
