Nuestro desafío permanente es trabajar día a día por cultivar vínculos basados en el respeto a cada persona, la libertad que busca el bien, la fraternidad, la amabilidad, la justicia, la solidaridad y la acogida de la diversidad en los espacios cotidianos en que desarrollamos la docencia.
Dras. Ana Narváez Dinamarca y María Graciela Badilla
Prorrectora y Vicerrectora Académica Ucsc
La entrada en vigor de la Ley 21.369, que regula el Acoso Sexual, Violencia y Discriminación de Género en el ámbito de la Educación Superior, exige promover y generar espacios propicios para la reflexión en torno a políticas integrales que deben implementar las universidades en la materia.
En el caso de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género son problemáticas que cada vez generan mayor preocupación entre la comunidad universitaria, y que son contrarias al respeto por la dignidad humana, uno de los principios que conforman el sello identitario de nuestra Institución.
Por ello, la preparación para el inicio de esta normativa -que comenzó a regir el reciente 15 de septiembre- viene a reforzar y ampliar el trabajo que se ha venido realizando hace ya varios años y que incluye la creación de un Comité de Género que, entre otras cosas, ha trabajado en la definición de una política en la materia para la Institución.
Lo anterior se complementa con la adhesión al Compromiso “Hacia la Equidad de Género en Órganos Directivos de Educación Superior”, del Ministerio de Educación; la implementación de un Protocolo frente a denuncias de acoso sexual, violencia de género y discriminación arbitraria; además de un esfuerzo permanente por mantener actualizada la normativa, protocolos y manuales con foco en la prevención, para resguardar a la Comunidad Universitaria.
Una muestra de ello es la feria abierta a la comunidad, realizada el 22 de septiembre en el Campus San Andrés, que contó con la participación de organismos e instituciones de seguridad pública externos, donde pudimos conversar con actores claves y profundizar en las acciones que sostenidamente se han venido desarrollando en esta materia.
Sin duda, como institución al servicio de la Educación, la implementación de políticas institucionales en esta materia contribuye a la formación de profesionales y técnicos que reconocen la riqueza de la persona humana, su capacidad de crear, innovar, mejorar y trascender, movidos a dar lo mejor de sí mismos. Por ello, nuestro desafío permanente es trabajar día a día por cultivar vínculos basados en el respeto a cada persona, la libertad que busca el bien, la fraternidad, la amabilidad, la justicia, la solidaridad y la acogida de la diversidad en los espacios cotidianos en que desarrollamos la docencia, la investigación y la vinculación con el medio, para construir una cultura del cuidado que permee a toda la sociedad.