Opinión

¿Puede el Estado condonar el crédito CAE?

El problema del CAE es que no sólo se enmarca en un criterio político y de gasto público, sino también educativo.

Por: Juan Pablo Ríos 05 de Agosto 2022
Fotografía: Cedida

Carolina Erices

Prof. Ingeniería Comercial USM

La condonación de las deudas del CAE fue una de las propuestas de campaña del presidente Gabriel Boric. Hoy, desde el Gobierno, se avanza en la materialización de un proyecto de ley que abarcará un cambio profundo en el financiamiento de los estudios superiores.

Desde la creación del CAE el año 2006, más de un millón de personas han accedido a él, mientras que casi la mitad (48%), se encuentran actualmente en condición de morosidad.

Según la Comisión Ingresa, 63% de los egresados está al día, pero de quienes abandonan sus estudios, solo un 24% lo está. La deuda promedio es de 6,8 millones de pesos y el 50% debe menos de 5 millones de pesos, pero cerca de 43.000 deudores tienen una deuda de más de 20 millones de pesos. La cuota promedio es de 1,42 UF, pero hay cerca de 20.000 deudores cuya cuota es de más de 4 UF mensuales. La iniciativa propone condonación universal destinando recursos públicos a quienes hoy no lo necesitarían.

Es importante saber las condiciones en que el Fisco pretende endeudarse para dicha condonación. Se ha hablado de un crédito del extranjero, que se pagará en cuotas de 300 millones de dólares anuales por 20 años. Se deben analizar, por tanto, los costos de los distintos tipos de financiamientos, intereses asociados, comisiones, mayores impuestos o menores beneficios y prestaciones sociales en el futuro, con la idea de no comprometer las cuentas fiscales, convirtiéndose en deuda pública.

El problema del CAE, es que no sólo se enmarca en un criterio político y de gasto público, sino también educativo. La educación superior se ha transformado en un factor estratégico, convirtiéndose en un motor de la movilidad social y en una de las herramientas más efectiva para superar la pobreza y la desigualdad. Según los datos de la OCDE, en promedio en Chile una persona que tiene estudios superiores gana 2,8 veces más que otra que no los tiene.

Con esto, lo importante a evaluar no es la decisión de condonar, si no la urgencia de un reemplazo. La educación superior es un factor decisivo del éxito o fracaso del proyecto país, en su relación con la competitividad, así como con su inserción internacional. Por tanto, el Estado debe seguir entregando mecanismos de crédito como parte de la política de ayuda estudiantil, combinados adecuadamente con la gratuidad y las becas que, en definitiva, entreguen una mejor calidad de vida a las personas que vivimos en este país.

 

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