Durante 2021 se registran más de 400.000 vehículos adquiridos, cuyos dueños arguyen razones de seguridad, comodidad y eficiencia.
Eric Riquelme
Concejal por Concepción (RD).
En los últimos meses se ha evidenciado un gran aumento del tráfico vehicular, con atochamientos y tacos kilométricos que han empeorado la calidad de vida de miles de penquistas, al contar con menos tiempo para nuestras actividades habituales, sumado a los accidentes y el stress que provoca el alto flujo vehicular.
Esta problemática se debe en gran parte a un aumento exponencial de vehículos circulando por las calles. Según la encuesta Cadem del pasado mes de marzo, el 70% de los hogares posee un automóvil y el 30% de los encuestados asegura que en el presente año pretende adquirir un vehículo.
Asimismo, durante 2021 se registran más de 400.000 vehículos adquiridos, cuyos dueños arguyen razones de seguridad, comodidad y eficiencia frente a otros medios de transporte, todo sumado a los efectos de la pandemia, durante la cual muchas familias optaron por disminuir el riesgo de contagio cambiando el transporte público por el particular.
Otros factores que contribuyen a esta problemática son el mal estado de algunas vías y el aumento en la construcción de grandes edificaciones.
Estos factores han contribuido al aumento de la congestión vehicular en nuestra comuna, generando grandes tacos, especialmente en horas punta, en sectores como el paso bajo nivel de Villa Cap, acceso puente Santa Sabina-Barrio Norte, Pedro de Valdivia, rotonda de Lomas de San Sebastián, Rotonda El Trébol, Collao, Ejército-Lientur, eje Roosevelt-Lientur-Camilo Henríquez, así como también en otros puntos céntricos de la comuna, como calle Los Carrera y Paicaví.
Expertos y autoridades locales han planteado la restricción vehicular como solución a esta problemática. Sin embargo, para que dicha medida tenga eficacia debe ser complementada con la implementación de políticas públicas, tales como el incentivo al uso del transporte público, que actualmente atraviesa una crisis evidenciada por la baja frecuencia con la que circulan los autobuses por la ciudad, dejando muchas veces a estudiantes y trabajadores a la deriva; y (2) la generación de infraestructura idónea para fomentar el uso de la bicicleta y el Biotren como medios de transporte. Así no solo avanzaremos en la disminución de la congestión vehicular, sino que también haremos de Concepción una ciudad más limpia y sostenible.