Opinión

Aprendamos de la innovación abierta

Imitemos la innovación abierta: pongamos a disposición de otros nuestras capacidades. Hay actores de nuestro propio entorno que tal vez están comenzando literalmente o bien recomenzando luego de dos años de pandemia y todo lo que ello implicó. Hagamos de nuestro retorno una oportunidad de aprender.

Por: Diario Concepción 20 de Abril 2022
Fotografía: Archivo

Michelle Tobar Ramírez
Facea UdeC

Por estos días, la mayoría de las personas ha tenido un retorno parcial o completo a sus actividades diarias. Niños, jóvenes y adultos; algunos a sus lugares de estudio, otros a su lugar de trabajo, todos a realizar actividades que por mucho tiempo se hicieron principalmente en forma virtual, con casi nulo contacto físico con otros individuos, en espacios físicos que no eran los que oficialmente debían ocuparse para ello y lamentablemente perdiendo la práctica que da el día a día en cuanto a comunicación, trabajo colaborativo y socialización en general.

Más allá de las ventajas que pudo presentar en algunos ámbitos, la virtualidad hizo difícil mantener un nivel de productividad adecuado sin grandes desgastes en términos personales. Lo anterior no sólo se debió a la virtualidad en sí misma, sino también a que muchas veces la falta de acceso o de competencias relativas al manejo de la tecnología, por ejemplo, hizo que las posibilidades de aprovechar el «modo online» no siempre fueran las mismas para todos; eso sumado a lo que muchos especialistas han reforzado respecto a la necesidad que como seres humanos tnemos de generar lazos presenciales, socializar y comunicarnos en persona, etc.

Y hoy estamos de regreso, compartiendo con colegas que no se han reunido con nosotros en meses, niños jugando en patios de colegios que no conocían, estudiantes universitarios de 2° ó 3° año que al igual que los «verdaderos mechones» llegan por primera vez a su Facultad sin haber visto presencialmente a sus compañeros ni profesores. Algunos reaccionarán mejor o más rápido, otros demorarán más en encontrar sus tiempos y adaptarse a este nuevo escenario. ¿Y si entonces nos apoyamos entre nosotros en vez de criticar tanto?

Es hora de rescatar metodologías y acciones que nos permitan compartir, poner a disposición de otros fortalezas que generen oportunidades de crecimiento y desarrollo para todos los involucrados. Parece buena idea tomar de referencia prácticas como la innovación abierta.

La innovación abierta, término acuñado por el profesor Henry Chesbrough, contempla la puesta en marcha de una estrategia de innovación mediante la cual las organizaciones van más allá de sus límites y desarrollan colaboración con otras organizaciones o profesionales externos. Así, se hace uso de conocimiento interno y externo con el objetivo de potenciar y acelerar la innovación interna y también expandir los mercados para usarla externamente.

Esta herramienta pone el foco en que el conocimiento, las capacidades, habilidades y competencias que pueden existir, sin duda se aprovecharán mejor si se comparten y ponen a disposición de terceros, al mismo tiempo que estamos dispuestos a recibir y aprender de ellos. Es así como grandes empresas como Codelco que la semana pasada anuncio que va por la innovación abierta, buscan no solo captar nuevas oportunidades desde su entorno, sino también dar un fuerte impulso al trabajo colaborativo, las sinergias, el fomento a la I+D, etc.

Imitemos la innovación abierta: pongamos a disposición de otros nuestras capacidades. Hay actores de nuestro propio entorno que tal vez están comenzando literalmente o bien recomenzando luego de dos años de pandemia y todo lo que ello implicó. Hagamos de nuestro retorno una oportunidad de aprender.

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