
Hoy cuando nos ha tocado enfrentar la pandemia del Covid 19, que ha originado una crisis sanitaria de enorme complejidad, con una sobre exigencia de las instalaciones hospitalarias, con 37.410 personas fallecidas, que ha traído un gran dolor a sus familias y a toda la comunidad nacional. Es un hecho que nos mueve a replantearnos en diversos aspectos.
Pedro Cisterna Osorio
Doctor en Ingeniería Ambiental, UBB.
En nuestro país históricamente la relación de la comunidad científica y los partidos políticos históricos, que han tenido representación parlamentaria y dirigido los gobiernos respectivos con el retorno a la democracia, ha sido distante e incluso hasta tensionada en algunos momentos. En la actualidad esta lógica imperante de dos mundos, el político y el científico, desconectados, no puede continuar.
Hoy cuando nos ha tocado enfrentar la pandemia del Covid 19, que ha originado una crisis sanitaria de enorme complejidad, con una sobre exigencia de las instalaciones hospitalarias, con 37.410 personas fallecidas, que ha traído un gran dolor a sus familias y a toda la comunidad nacional, es un hecho que nos mueve a replantearnos en diversos aspectos.
Por otra parte, el 6° informe del IPPC, (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) es alarmante, confirma un aumento sostenido de la temperatura del planeta. Los 1.5°C de aumento de la temperatura global, serian alcanzados el 2040, lo que atenta contra la humanidad y la naturaleza.
Ambas situaciones requieren de respuestas de las ciencias sociales, de las ciencias naturales de la tecnología, no hay otra vía, este escenario de crisis evidente obliga a impulsar cambios estructurales y relacionales profundos y uno de estos cambios será el rol que debe asumir el mundo científico-tecnológico globalmente, participando activamente en la formulación y desarrollo de politicas públicas, tal que permitan abordar de la mejor manera, las problemáticas que nos toca enfrentar en el siglo 21.
Debemos incorporar en las distintas esferas de gestión gubernamental, asesores científicos-socio-tecnológicos, que incidan en la política pública que se va a decidir e implementar. Esta dinámica también alimentara de información relevante a la comunidad de las ciencias y la tecnología para orientar hacia donde dirige su investigación, es muy importante la calidad del impacto y su magnitud sobre las politicas públicas, lo que requiere necesariamente de esta conexión.
Esto exige romper con la lógica de los compartimentos estancos, concentrados y centralizados, necesitamos que el gobierno nacional y los gobiernos regionales incorporen los asesores científicos-socio-tecnológicos, no hay tiempo para dilaciones, estamos atrasados.