Debemos recordar que lo que está en riesgo son las vidas de los afganos, migrar es un derecho humano, por lo que la posición de la Unión debería ser unánime al momento de proteger los derechos fundamentales.
Gabriel Quiroz
Estudiante Derecho UdeC
Ayudante Programa de Estudios Europeos.
Las imágenes en Kabul son impactantes. Los Talibán han tomado control de Afganistán, haciendo caso omiso al respeto por los derechos humanos, vulnerando las libertades de sus ciudadanos, y especialmente de las mujeres y niñas del país.
Para entender Afganistán debemos retroceder a octubre del 2020, al llamado Acuerdo de Doha, en donde Donald Trump se compromete con los Talibán a retirar las tropas de la zona, con la promesa de no utilizar el territorio afgano para amenazar la seguridad de EEUU y sus aliados, así también el compromiso de la creación de un gobierno de transición en conjunto con el oficialismo, el respeto por los derechos y libertades de las mujeres, y la creación de un estado que contemple las diferentes etnias del país. Cabe destacar que la etnia Pastún es la mayoritaria, con un 40% de la población total, a la cual pertenecen tanto los talibanes como el gobierno afgano. Es en dichas raíces en que se busca la reconciliación nacional.
En ese contexto, el desplazamiento de población ha sido uno de los fenómenos que han comenzado a notar en los últimos días, mostrando nuevamente la faceta de los Estados – principalmente europeos – al momento de recibir a refugiados.
Quién tuvo la iniciativa fue la canciller alemana Angela Merkel, quién llamó a la creación de “corredores humanitarios” y propone una respuesta coordinada con la ACNUR, para “no volver a cometer los mismos errores que en el pasado”, refiriéndose a la crisis migratoria del 2015, año en el cual alrededor de 1 millón de refugiados llegaron a las costas de Europa, provocando miles de muertes. El plan alemán contaría con el rescate de unas 10.000 personas desde Kabul. Destacable es la acción de Reino Unido, que buscará beneficiar a una cifra inicial máxima de 20.000 refugiados, y la suspensión de las deportaciones al mismo país.
El presidente francés, por su parte, declaró que Europa “deberá protegerse de las significativas olas de migrantes ilegales”, acusando de lo peligroso de estas, apelando a que la responsabilidad no le corresponde solamente a la Unión.
Debemos recordar que lo que está en riesgo son las vidas de los afganos, migrar es un derecho humano, por lo que la posición de la Unión debería ser unánime al momento de proteger los derechos fundamentales.
Sin embargo, ¿Garantizar la migración será suficiente? ¿Deberá la Unión hacer más que eso?