Árboles con historia

Cuando llegué a estudiar a la Universidad de Concepción, casi a finales de la década del 60, aún quedaban vestigios que recordaban la bella estructura decimonónica de la ciudad, destruida por los terremotos de 1939 y 1960.

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de la Biblioteca de Concepción

Cuando llegué a estudiar a la Universidad de Concepción, casi a finales de la década del 60, aún quedaban vestigios que recordaban la bella estructura decimonónica de la ciudad, destruida por los terremotos de 1939 y 1960. En esa época de camino a mi pensión de estudiante, por calle Janequeo, saliendo del Arco de Medicina, al comienzo de dicha calle, miraba con alegría de puntarenense, un bello magnolio, que según los entendidos tenía más de cien años. Luego de algún tiempo, la desidia y el hacha de algún irracional, terminó con el hermoso colorido y centenario magnolio.

Otra especie que corrió igual suerte fue la bella palmera, de la casa esquina, conocida como el Castillo, ubicada en Aníbal Pinto, esquina Cochrane, poda innecesaria, sentida por la población de la época, que repudió con fuerza esta acción. Cortes hechos para dar cabida a la construcción de edificios.

Hoy la caída de un tilo de la plaza independencia llama la atención; que los árboles tienen una vida acotada es cierto, y es lógico que árboles plantados a comienzo del siglo XX, por el distinguido vecino, José Tomás Menchaca Sanders, a quien debemos la instalación de los hermosos tilos, hoy deban ser reemplazados por nuevos retoños.

Hace pocos años la municipalidad de Concepción, comenzó un programa para revisar, podar o cortar los árboles que fueran un peligro para la población, que disfruta bajo sus sombras en primavera y verano, así se cortaron árboles en el Parque Ecuador, que databan de más de cien años y algunos tilos de la plaza dañados por su edad.

Hoy extrañamos del sitio de la plaza el bello Pittosporum cuya fragancia se hacía sentir en primavera, ubicado frente a calle Aníbal Pinto, al igual que el magnolio de flores blancas y el Palo Borracho que decoraba el lugar ubicado en el mismo bandejón.

Como recuerdo hago memoria que las dos palmeras que adornaban la puerta de entrada del bello Cerro Amarillo, fueron trasladadas de la plaza independencia a comienzos del siglo XX, por el alcalde José del Carmen Soto, hoy debido al poco cuidado de la especie ya sólo queda una palmera, que espero permanezca por muchos años. Además el cerro está plantado por diversas especies exóticas, que forestan su cima. Otra palmera que recuerdo esa la que estaba en el antejardín del desparecido colegio Toquicura de la calle Victoria y que manos piadosas, antes de podarla para construir, la trasladaron a la rotonda del camino de entrada a Concepción. Con la construcción del paso nivel, la especie fue trasladada del lugar.

No puedo terminar este artículo sin explicar que los tilos plantados por Don José Menchaca a comienzos de siglo, reemplazaron a la primera plantación que allí hubo, de árboles frutales y que con el tornado de 1934 los tilos fueron arrancados de raíz; por tanto, los tilos actuales, no son centenarios como se piensa, sólo tienen unos 75 años. Los árboles más añosos de la plaza son las palmeras, y las araucarias, hecho que se atestigua al observar una foto panorámica tomada desde el techo de la catedral en 1879, en que se ven recién plantadas.