Opinión

¡Mándenlas al espacio!

Desde la década pasada se ha propuesto la paridad como meta, “la igualdad de género debe ser una prioridad para este mundo y para salir de él” indicó la NASA.

Por: Diario Concepción 15 de Abril 2021
Fotografía: Cedida

Lcda. en Física: Leidy Peña
Estudiante del Magíster de Astronomía
Universidad de Concepción.

Desde que informaron acerca de la primera mujer árabe, Noura al Matrooshi, en entrenarse para astronauta, y que hace un año y medio fue la primera vez que se realizó una caminata espacial exclusivamente fémina, Christina Koch y Jessica Meir, nos preguntamos con más fuerza: ¿Por qué tan pocas mujeres han ido al espacio? ¿Qué situación implica que pocas sean las afortunadas del viaje espacial en las agencias?

Si las mujeres son más pequeñas y enviar cada kilo al espacio es tan costoso ¿por qué no mandan más mujeres? Desde Valentina Tereshkova en 1963 pasaron casi 20 años para que otra mujer, Svetlana Savitskaya, protagonizara un segundo viaje espacial.

La creencia de que las características fisiológicas femeninas sea un impedimento para ello, es lo que ha detenido en gran medida el flujo de féminas en la carrera espacial. Los riesgos derivados de los vuelos espaciales de larga duración en el organismo de datos proporcionados por la Estación Espacial Internacional concernientes a sistema cardiovascular, inmunológico, musculo-esquelético, aparato reproductor y comportamiento, indican estos rasgos distintivos.

Entre los resultados se sabe que ante una situación emergencia ambos actúan de manera efectiva, difieren en que las mujeres anteponen la precisión a la velocidad, y los hombres, al contrario, lo que puede ser beneficioso que ambos sexos estén en la misma misión. Pero un ejemplo de complicaciones en salud que se generan mayormente en las mujeres es un bajo umbral ante la radiación que aumenta el riesgo de contraer cáncer por poseer órganos más sensibles, en comparación con su contraparte.
Existe de igual forma una gran diferencia entre los hombres que han prestado servicio militar y/o que poseen educación de cuarto nivel respecto a las mujeres, lo que le da más ventajas al género masculino al momento de postular a astronauta.

Desde la década pasada se ha propuesto la paridad como meta, “la igualdad de género debe ser una prioridad para este mundo y para salir de él” indicó la NASA, así que nuevos proyectos que no limiten la participación femenina, como la construcción de escudos de protección a las futuras naves y a la Estación Espacial Internacional que disminuya el riesgo físico de las mujeres fuera de la protección terrestre, además de políticas que generen un impacto en la inclusión de niñas y jóvenes en la educación en diferentes países, permitirán que en un futuro cercano esta paridad se cumpla en su totalidad, y así poder engrosar las filas de las afortunadas que han observado la Tierra desde el espacio.

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