Salud mental de las mujeres en pandemia

12 de Abril 2021 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Lissette Wackerling

La emergencia derivada de la Covid-19 está generando impactos específicos sobre las mujeres y profundizando las desigualdades de género existentes, tanto al interior de los hogares como fuera de ellos.

Si bien, las medidas de confinamiento buscan proteger la salud pública y evitar el colapso de los servicios, su aplicación no es neutra desde el punto de vista del género: los hogares se han convertido en casa, sala de clases y oficina a la vez, lo que provoca un aumento en la crisis de los cuidados. Y lamentablemente, las inequidades de género se agudizan ante la crisis, pues un altísimo porcentaje de estas responsabilidades está recayendo en las mujeres, aumentando aún más su sobrecarga, y más complejo aún, es que no está valorado ni económica ni socialmente.

Fuera de los hogares, las mujeres también constituyen el mayor contingente que está asumiendo los cuidados, tanto en el sector de sanidad, trabajo doméstico remunerado y cuidado de niñas, niños y adultos mayores. Esto lleva a un mayor impacto en su salud, especialmente la mental.

La carga adicional de trabajo que significa balancear el cuidado de niñas y niños y otras personas dependientes, la enseñanza, las rutinas de higiene más demandantes, con la atención del trabajo remunerado, pueden provocar y exacerbar problemas de salud física y mental de las mujeres. Esta situación se agrava al conocer los datos de la encuesta del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, junto a ONU Mujeres y el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, donde se reveló que el 71% de los hombres no dedicó tiempo para apoyar en las tareas escolares de sus hijas e hijos

En hogares en los que hay hijos menores a los 18 años, el 71% de los padres dedicó nuevamente cero horas al acompañamiento en tareas escolares. Mientras que las mujeres, por ejemplo, dedicaron 14 horas semanales más que los hombres al cuidado de niños menores de 14 años.

Ante esta realidad se hace necesario establecer medidas de corresponsabilidad. En el hogar es necesaria una distribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidado, para así evitar que una parte se lleve una sobrecarga. Un orden adecuado puede alivianar mucho la carga que se tiene en esta época.

La corresponsabilidad no es un principio exclusivo del ámbito familiar, sino compete a toda la sociedad incluidas las organizaciones. La invitación también es a las empresas, a considerar las necesidades de sus trabajadores y trabajadoras, integrando al espacio laboral, los ámbitos familiares y personales. Hacerlo en un contexto de corresponsabilidad parental mejora las posibilidades de éxito en este ámbito, evitando que las responsabilidades familiares y vida personal sean barreras o limitaciones en el desarrollo de las personas y del país.

También es importante que las mujeres se centren en sus propias necesidades, muchas veces postergan su propia salud en pos de atender a sus hijos e hijas o personas dependientes. Es necesario darse pausas; compartir con el grupo familiar la sobrecarga y angustia por el exceso de trabajo; tener un “cuarto propio” en nuestras vidas; y en caso de problemas más severos buscar ayuda profesional.

La salud mental hoy más que nunca tiene que ser reforzada con políticas públicas integrales, con enfoque de género, que reconozcan la magnitud y gravedad de los efectos de la pandemia en las mujeres.

Y nunca está de más recordar lo importante que es conversar. Hablar de lo que nos está pasando. Exteriorizar lo que sentimos nos ayuda a sentirnos más livianas y armarnos para seguir adelante.

Lissette Wackerling Patiño
Directora regional SernamEG