
Necesitamos una Constitución que establezca bases institucionales para desconcentrar el poder en Chile. Una forma de materialización de esto es recrear las estructuras regionales, sus organizaciones administrativas y su sostenimiento económico; es decir, atreverse a pensarnos como país organizándonos de otra manera.
Sebastián Valdés Lozano
Candidato Constituyente
El proceso constituyente es el gran cambio político social que viviremos como país. Por primera vez en la historia será la ciudadanía quien el 11 de abril elija sus representantes, quienes podrán plasmar el nuevo Chile que queremos construir.
Necesitamos una Constitución que establezca bases institucionales para desconcentrar el poder en Chile. Una forma de materialización de esto es recrear las estructuras regionales, sus organizaciones administrativas y su sostenimiento económico; es decir, atreverse a pensarnos como país organizándonos de otra manera. Impulsar modelos de desarrollo colaborativos, cooperativos y redistributivos de las riquezas, que pueda asegurar la dignidad en todas las regiones del territorio.
Si bien han existido algunos avances administrativos en el fortalecimiento de la regionalización y descentralización con la elección de los consejeros regionales y por primera vez este 2021 la de los gobernadores regionales, que suprimirán la figura del intendente; lo cierto es que estas modificaciones no representan una real redistribución del poder, dadas las escasas facultades de las figuras creadas y la figura del Delegado Presidencial que será nombrado por la máxima autoridad nacional.
Por eso, debemos asegurar una descentralización y desarrollo equitativos de las regiones, donde la tributación de las empresas llegue a las regiones donde se realizan las acciones y trabajos y no donde están las oficinas tal como ocurre hoy con las grandes empresas. Será necesario fomentar el trabajo interregional, la colaboración entre las entidades regionales y junto con la redistribución de impuestos, evitando que regiones más pequeñas sean empobrecidas y carezcan de los recursos mínimos para otorgar bienestar a sus vecinas y vecinos.
Se deben fortalecer los gobiernos regionales, otorgando reales atribuciones a sus autoridades y por supuesto a la ciudadanía para la toma de decisiones. En particular, no debemos olvidar que en la Región del Biobío son 3 provincias, cada una con sus diferencias y también con sus cualidades que se deben conectar para tener un crecimiento equitativo, lo que es posible con acciones que favorezcan un trabajo intrarregional.
Por esto, como Independientes Biobío y Asamblea Popular D20, promovemos un Estado de bienestar y solidario, donde exista un real enfoque por el interés común por sobre el particular, eliminando todo rastro del Estado subsidiario de la actualidad, que solo ha demostrado que entregar el crecimiento de un país a privados, solo seguirá aumentando el porcentaje de desigualdad en Chile.