Christian Schmitz Vaccaro
Rector
Universidad Católica de la Santísima Concepción.

¿Qué hace la universidad? ¿Y cómo se construye aquello? Son dos interrogantes que a menudo las personas alejadas se preguntan. Son esas mismas interrogantes que juegan un rol fundamental en los procesos de autoevaluación y acreditación de las instituciones de educación superior.

La primera pregunta se responde entonces: formación profesional y humana, generación y transferencia de conocimiento, servicio a las comunidades, gestionado sostenible y sustentablemente, son los cuatro pilares fundamentales del quehacer universitario.

La respuesta a la segunda pregunta involucra las características distintivas del respectivo proyecto educativo, que acorde a la autonomía universitaria, puede variar de institución a institución. Pero en esta forma de hacer universidad, sí existen estándares homogéneos de calidad que, para el bien de los usuarios y de la sociedad en general, deben cumplirse invariablemente. Se trata de un compromiso de transparencia de cara a la región y el país.

Esta semana, vivimos una importante noticia: la Universidad Católica de la Santísima Concepción, UCSC, obtuvo de la Comisión Nacional de Acreditación CNA, la acreditación avanzada por 5 años, que certifica su calidad en las áreas de gestión institucional, docencia de pregrado, vinculación con el medio, e investigación – esta última área, voluntaria presentada por primera vez, y sustentada en notables avances y desarrollo alcanzados.

Una docencia de calidad, pertinente a sus territorios y en los distintos niveles -formación técnica profesional, pregrado, educación continua y postgrado-, nos ha permitido aportar al desarrollo de las regiones, y dar reales oportunidades para que miles de jóvenes se desempeñen como profesionales o técnicos con la conciencia social que caracteriza a nuestros titulados.

La certificación de nuestra investigación, no solo consolida la complejización de la Universidad. Para las regiones y el país, esto significa que contribuimos a generar conocimiento teórico y aplicado, y promover soluciones innovativas a desafíos científicos, sociales y tecnológicos.

En la UCSC llevamos 30 años haciendo universidad a escala humana, donde el sello católico, acompañado de la calidad, la inclusión y las oportunidades para todos, permiten generar soluciones concretas que impactan positivamente a nuestras regiones y al país.

Así, la certificación oficial de calidad obtenida, es el resultado de una construcción lenta, perseverante y constante a través de los años, de un esfuerzo conjunto, entre todos los estamentos de la UCSC.

Pero, el camino al éxito y reconocimiento se ha basado igualmente en una identidad o estilo UCSC que se caracteriza por: un compromiso ético valórico transversal, con el cual se ha ido creando una cultura de integridad y probidad; el cuidado del clima y ambiente académico y laboral, con la constante promoción del buen trato y de fórmulas básicas de buena convivencia; el compromiso y la sensibilidad social, que nos hace estar atento a las necesidades del medio, y acudir en ayuda de sectores más desvalidos; la profesionalidad y seriedad en el actuar, basado en el mejoramiento continuo de nuestros procesos.

En ese sentido, esta nueva acreditación nos llena de orgullo y alegría, porque confirma nuestro estilo propio y valida nuestro proyecto universitario birregional.