La materialidad de los espacios universitarios están siendo sometidos a cambios.
Javier Ramírez Hinrichsen
Académico del Departamento de Artes Plásticas y Director de Programa de Magíster en Arte y Patrimonio, UdeC
La idea de la existencia de una “universidad sin muros” pudiera ser una sentencia de algún manifiesto utópico artístico o político, sin embargo, una frase así podría estar cobrando realidad en los tiempos que vivimos. La materialidad de los espacios universitarios están siendo sometidos a cambios.
Las transformaciones en este sentido se deben a que las actividades de formación, investigación y vinculación con el medio, que desde marzo de 2020 se han trasladado a un espacio sin muros: un espacio virtual. Parafraseando al político e intelectual francés André Malraux (1901-1976), al expresar que “un libro de historia del arte es un museo sin paredes”, puesto que para él, las obras de arte al ser reproducidas fotográficamente se instalarían en otra dimensión que no sólo abarca la exhibición al interior de una galería o una sala de exposiciones.
Ahora bien, si trasladamos esa misma idea a la situación de la actividad universitaria actual (momentánea), donde esos diálogos, clases, etc. son llevados a plataformas digitales, la forma que la comunidad universitaria ha trabajado en el último tiempo nos coloca en un espacio digital. Por ejemplo, las actividades de la Escuela de Verano de la Universidad de Concepción tuvieron una versión completamente virtual durante enero de 2021.
Puede parecer extraño todo esto, incluso lejano, pero las relaciones humanas en el contexto de la masificación de Internet y todo lo que conlleva, ha venido desarrollándose hace más de dos décadas en nuestra sociedad contemporánea. A través de videos (audiovisual) portamos un espacio y tiempo, incluso geográficamente disímiles, en aparatos de telefonía móvil (celulares). Lentamente, estamos viviendo los cambios anunciados a mediados de los 90 del siglo pasado. Otro ejemplo, es en las artes visuales, y el uso del Net Art (el uso de la Red Mundial de Internet, World Wide Web, o simplemente “la Web”) para producir una obra artística a través de ese medio. O desde el campo global por el uso del e-mail (correo electrónico) a inicios de los 2000.
En consecuencia, la universidad sin muros va más allá de una metáfora o de un ideal de “democratizar” el acceso al conocimiento producido por instituciones de educación superior, sino más bien refiere a instalarnos en una nueva forma de comunicarnos y también de relacionarnos. Aunque la vinculación que siempre buscamos con la universidad no vaya a “destruir” su espacio y tiempo en el aquí y ahora.