Opinión

Llegamos tarde

Estas son algunas de las medidas efectivas para prevenir femicidios, y si bien sabemos que requieren de gran coordinación, principalmente requieren de una sincera voluntad del Estado de cumplir con estándares internacionales sobre DDHH para así, no seguir hablando de cifras cada 19 de diciembre que reflejan el trágico resultado, y mostrarnos una vez más que llegamos tarde, muy tarde.

Por: Diario Concepción 21 de Diciembre 2020
Fotografía: Cedida

Tammy Pustilnick Arditi
Abogada, Master en Derecho

Susana Riquelme Parra
Doctoranda en Política y Gestión de la Educación Superior

En el Día Nacional contra el Femicidio, llegamos tarde.

Llegamos tarde respecto de las 50 mujeres que este año han sido víctimas de femicidio en nuestro país; de las más de 629 de los últimos 10 años, 5 suicidios femicidas y 6 otras muertes por causas de violencia de género registradas por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.

Llegamos tarde, porque estos datos, los conocemos una vez que el crimen ha sido perpetuado, y corresponden a una mujer, una vida de la cual no fuimos capaces de detectar a tiempo su peligro de muerte. De acuerdo a ONU Mujeres, ocurre un femicidio cada dos horas y media en América Latina, somos el segundo continente con mayor tasa de femicidios después de África. En el mundo, al día, 137 mujeres son víctimas de femicidio, esto, en el año 2018. Según estos registros, cada hora en el mundo mueren alrededor de seis mujeres.

¿En qué estamos fallando? ¿Por qué la violencia más extrema nos lleva la delantera? ¿Qué es lo que políticas públicas, leyes, estados no han podido lograr para prevenir efectivamente que año a año, mes a mes, día a día y hora a hora nos sigan matando?

El dato femicida es más que un dato, es la corona del patriarcado, nos muestra que todo un sistema llegó tarde y que falló en la historia de vida de las mujeres, sus familias, hijos, hijas, sin prevención y con una difícil reparación.

Educación no sexista desde pequeña infancia es el primer paso para evitar seguir reproduciendo relaciones de subordinación entre hombres y mujeres. Asimismo, debe existir un sistema de recepción de denuncias y primera atención integral, pertinente a los diversos contextos socioculturales y territoriales, investigación proactiva y un seguimiento interinstitucionalmente articulado, donde la víctima siempre se sienta acompañada y protegida; que sepa dónde recurrir de manera fácil y eficaz.
Deben asimismo eliminarse las barreras que impiden el correcto acceso a la justicia de las víctimas, y, no menos relevante, entender que un sistema eficiente, que realmente proteja y sancione la violencia de género, impacta directamente en el comportamiento de la sociedad.

Estas son algunas de las medidas efectivas para prevenir femicidios, y si bien sabemos que requieren de gran coordinación, principalmente requieren de una sincera voluntad del Estado de cumplir con estándares internacionales sobre DDHH para así, no seguir hablando de cifras cada 19 de diciembre que reflejan el trágico resultado, y mostrarnos una vez más que llegamos tarde, muy tarde.

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