Prejuicios políticos en decadencia

16 de Diciembre 2020 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Pedro Cisternas Osorio

El doble estándar ha hecho un gran daño a la democracia chilena y a la paz social, es tiempo de exigir y otorgar un trato justo a todos, en función de sus acciones, lejos de todo prejuicio.

Pedro Cisterna Osorio
Doctor en Ingeniería Ambiental, UBB.

Triunfo de Izkia Siches tiene una consecuencia que va más allá del Colegio Médico y la coyuntura que vivimos con la Pandemia, este triunfo trasciende lo concreto y alcanza la esfera de lo “mitológico” en la política, ya que impacta directamente el mito, que un o una militante comunista o alguien vinculado al PC no es una alternativa viable de triunfo para el progresismo en una elección política de envergardura regional o nacional.

Este argumento anacrónico es un velo que se instala a los atributos, méritos, testimonio que poseen personas que son parte de este sector político, quedan atrapados en su definición ideológica. Este prejuicio instalado por la Derecha y que sectores “progresistas” lo han internalizado, queda muy en entredicho, ya que Izkia triunfa, a pesar de una campaña del terror basada en su vinculación al PC y más, en un colegio de profesionales que están situados en los niveles altos de la escala socio-económica.

Ademas, sectores de derecha, cómplices de atropellos a los derechos humanos en dictadura y en la democracia vigilada que vivimos en Chile, que han validado y amparado la violación a los DDHH en Chile, no sean interpelados de la misma forma que los comunistas, que defendien y validan situaciones similares que ocurren en otros países. Este doble estándar ha hecho un gran daño a la democracia chilena y a la paz social, es tiempo de exigir y otorgar un trato justo a todos, en función de sus acciones, lejos de todo prejuicio.

Se debe apelar a argumentos competitivamente honestos frente a los comunistas, es imperativo que los sectores progresistas de centroizquierda, den este testimonio de respeto, coherencia y rigor y no optar por el camino corto, apelando a este prejuicio desgastado e importado desde la derecha más dura.
Hay que escuchar el mensaje de esta elección y del 25-Octubre, no más prejuicios anacrónicos, si el ejercicio de una política basada en un discurso con sustancia y acciones que plasman en lo concreto y cotidiano el mensaje expresado.