La toponimia en la historia

13 de Diciembre 2020 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Diario Concepción

Hoy resulta imposible el estudio de la historia regional, de cualquier lugar de Chile, sin hacernos cargo del significado de la toponimia del lugar.

Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

Hoy resulta imposible el estudio de la historia regional, de cualquier lugar de Chile, sin hacernos cargo del significado de la toponimia del lugar, ya sea en el norte como en el extremo sur, hecho que constituye, en muchos casos, información relevante.

Para el caso de la Isla Quiriquina, Oliver Scheider, nos indica en su libro de Oro de Concepción, lo siguiente:
“ Frente a la bahía Talcaguano tenemos la isla Quiriquina, nombre cuya interpretación etimológica es muy discutida. Don Enrique Wood opina que se deriva de “creu” o también “quireu”, como se llama al tordo de kina, “muchos”, o sea, “muchos tordos”. Don Daniel Lastarria decía que podría derivarse de “quirquincum” que significa “chillar”. También agrega que podría venir de “quirquengn”, lagarto.

Respecto de estas etimologías, él mismo hace sobre ellas los siguientes comentarios:
“¿Vendría de quirquincum? No sólo creo, porque no pienso que el mar resuene allí más que en otras partes. No he estado en la isla y no sé si hay en ella muchos lagartos; pero creo que el nombre procede de quirquengn, los lagartos”.
“También, agrega, había pensado que podía derivarse de “quilquil”, un helecho común en el sur, pero no está en la índole del idioma cambiar un sonido suave por uno duro”.

El antiguo vecino de Cañete, don Justo P. Salamanca, en comunicaciones a don Abraham Konig sobre estos asuntos le indicaba:
“Esta palabra se compone de “Kúru”, viento, y de “quina”, paja para techar ranchos”.
El erudito don Ramón Briceño, comentando la etimología de la palabra Quiriquina estudiada por Daniel Lastarria, dice: “Muchos lagartos; nada tiene de extraño que el significado de este animalejo tenga el nombre de esta isla, porque ella se extiende como un lagarto a la entrada de la bahía de Talcahuano”.

También puede significar “muchos tordos”, a pesar de que mejor habría sido que significara “muchos choros”, porque en sus inmediaciones existen tantos y tan buenos que son enormes y muy delicados”. Sin embargo, conociendo lo objetivos que eran los aborígenes para sus nomenclaturas topográficas y considerando que el singular de “quirquegn”, o sea lagartos, es “quirque”, nos atrevemos a decir que muy probablemente tiene que significar muchos lagartos. Aun cuando ellos no vivan en la isla, en la boca chica se ven los restos de los extinguidos plesiosauros—que unos cuantos siglos atrás vivieron en las riberas de esta isla–inncrustados enteros en la barrancas y cuyas siluetas características se han debido dibujar nítidamente. Una caleta de sus alrededores tiene el nombre de bahía de los saurios”.

La gran información recogida por Oliver Schneider, para esta parte de la geografía del Puerto de Talcahuano, da cuenta de lo interesante que el aporte de la toponimia entrega al estudio de la historia regional.