Opinión

Esperanzas para la unidad progresista

Por: En el Tintero 06 de Diciembre 2020
Fotografía: Jaime Tohá

Estamos viviendo momentos cruciales de definiciones políticas. Una renovación completa del andamiaje constitucional que sostiene a los poderes públicos no es sólo posible gracias al proceso social en marcha, sino que además porque las fuerzas políticas -a su pesar o no- han dado cauce a esos anhelos.

Por ello, el plebiscito de octubre por sí mismo es sólo una puerta más que se ha abierto a fin de lograr ese nuevo pacto que esperamos nos ponga en un nuevo umbral de desarrollo. La movilización de octubre de 2019, el acuerdo de noviembre de ese año, el resultado del plebiscito, y la intempestiva tragedia que ha supuesto la pandemia, no puede frustrar las esperanzas ciudadanas para acceder a las transformaciones que Chile necesita.

Un ciclo político nuevo, encabezado por fuerzas que busquen enfrentar con cambios sustentables, supone la unidad de dichas fuerzas, pero una unidad en la diferencia y, además, para ella. Los porfiados hechos ratifican la vieja lección: una minoría representada por un sector político organizado y unido, prevalecerá sobre otro sector mayoritario, confuso y disperso. Si no se consigue enfrentar unidos, elección de constituyentes, elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales, cores, parlamentarios y de presidente, una vez más se habrá cumplido el viejo designio que impone la desunión: la derrota.

A pesar de las señales que se reciben sobre la falta de vocación para la unidad de la oposición, vemos que en los últimos días se han producido hechos políticos esperanzadores como la votación de la ley de presupuestos y un acuerdo administrativo para que la mayoría opositora encabece la mesa de la Cámara. Esperamos que en los meses que vienen, esos acuerdos se manifiesten en una agenda común de una oposición democrática que se aproxime de verdad hacia una unidad real, única garantía de cambios necesarios. Por ello, las propuestas y aportes para una nueva constitución preparada por los equipos profesionales del PS, PPD y PR, y la intensificación de los diálogos partidarios para sentar las bases de un gran acuerdo unitario, son dos empresas que debemos abordar de inmediato.

Un 2021 a la vuelta de la esquina nos exhorta a actuar a la altura de los tiempos ofreciendo a Chile un camino posible y responsable. En la Región del Biobío, el esfuerzo conjunto de la mesa social, los partidos y parlamentarios tras la demanda de un acuerdo unitario pueden ser un primer paso para una ruta que ya no admite más esperas.

Jaime Tohá González
Diputado PS del Distrito 20.

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