Lo forestal y el desarrollo de los territorios

09 de Noviembre 2020 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Cedida

Necesariamente, el sector forestal debe volcarse hacia los territorios, a sus habitantes y potenciales trabajadores; hacia los contratistas, pequeños y medianos empresarios locales, incentivar el consumo de insumos y servicios, apuntando sus esfuerzos de desarrollo y apoyo hacia las comunidades, sectores rurales o pueblos.

René Muñoz Klock
Asociación de Contratistas Forestales AG.

La contribución al Producto Interno Bruto de estas regiones refuerza esa importancia: en Biobío-Ñuble es un 14,3%; en Los Lagos un 5,9%; en la Región de La Araucanía es de un 8,5%; en Los Ríos, un 4,5% y en la Región del Maule es de 14,1%, (Odepa, 2019).

No obstante, estas cifras tienen otra cara menos alentadora. Según la Encuesta Casen 2017, las regiones forestales, coincidentemente, son las que muestran los mayores porcentajes de población en situación de pobreza en el país. En Los Lagos, la pobreza alcanza un 11,7%; en Los Ríos es de un 12,1%; en el Biobío es de un 12,3 %; en la Región del Maule, un 12,7%; en Ñuble es de 16,1% y en La Araucanía la cifra de pobreza llega al 17,2%. No cabe ninguna duda de que estas no son buenas noticias para los forestales, que estamos establecidos desde hace mucho tiempo en esos territorios generando trabajo y requiriendo muchos servicios de pequeñas y medianas empresas de estas regiones.

Las causas que explican la pobreza o la condición de subdesarrollo social existente en dichas regiones, pueden ser analizadas desde distintas perspectivas. En lo que respecta al mundo forestal, prevalece el escaso contacto con los habitantes de la zona, la excesiva posición dominante y el priorizar muchas veces, cifras y números por sobre las personas, lo que llevó a que se perdiera el rol fundamental que una industria debe considerar cuando se instala en un determinado territorio: ser parte del desarrollo local.

A fines de la década de 1970, cuando se crearon las empresas de servicios y aparecen los contratistas forestales, se originaron muchos emprendimientos locales que generaron empleo en sus propias comunas. Esto significó un sustancial aporte para las economías locales y el crecimiento comunal. Con el correr de los años, gran parte de estos pequeños empresarios fueron desplazados del mercado, debido a nuevas exigencias que se imponían a las faenas forestales: altos estándares de seguridad, mecanización de los procesos y aumentos importantes de la productividad. Como consecuencia de ese escenario reduccionista, actualmente, un contratista de la zona forestal del Biobío, también, puede realizar sus faenas en la Región de Valdivia. Entonces, cabe plantearse la siguiente pregunta ¿Cuál es el aporte a la economía local que hace este contratista, cuando los trabajadores o colaboradores no son originarios de esa zona y que, además, la faena forestal no compra ni un perno en el comercio local?

Necesariamente, el sector forestal debe volcarse hacia los territorios, a sus habitantes y potenciales trabajadores; hacia los contratistas, pequeños y medianos empresarios locales, incentivar el consumo de insumos y servicios, apuntando sus esfuerzos de desarrollo y apoyo hacia las comunidades, sectores rurales o pueblos.