Opinión

Sobre el trabajo de plataformas: Las cosas son lo que son

Por: En el Tintero 03 de Noviembre 2020
Fotografía: Cedida

Si hay una forma de trabajo que ha aumentado con la actual crisis sanitaria producto del coronavirus, los llamados trabajos de plataformas, que básicamente consisten en contactar a un cliente que necesita un servicio a domicilio, principalmente entrega de mercaderías de todo tipo, desde comidas hasta ropa a través de una App.

Así, es cada vez mas común ver repartidores en bicicletas, motos y autos por las calles de la ciudad, sirviendo de paso de medida paliativa para algunas personas en cuanto a la disminución de sus ingresos en estos tiempos.

Es innegable la comodidad que significa para el usuario, que mediante un clic pide una pizza un viernes por la tarde o que realiza las compras del supermercado y las espera en el living de su casa.

Pero el tema no parece ser tan simple, al menos para aquellos que realizan el trabajo, quienes no tienen ningún tipo de seguridad en el mismo, no tienen cotizaciones, ni tampoco cobertura sobre accidentes que puedan tener. Claro, algunos argumentan que esta situación se justifica en que la mayoría de estas personas usa este tipo de empleos en forma transitoria o como adicional a su trabajo, por lo tanto, no sería un gran problema, pero esto no siempre es así.

Aun cuando algunos parlamentarios han presentado proyectos de ley para regular este tipo de trabajo y otros tantos abogan por su regulación, una vez más, llegan tarde a la cita. El derecho del trabajo tiene remedios para este tipo de casos en que la subordinación se esconde o atenúa y lo hace a través del concepto de subordinación y dependencia y su adaptación a los nuevos tiempos, a través de fallos como el dictado por una jueza del Juzgado del Trabajo de Concepción, que analizando la forma de prestación del servicio, concluye que en realidad la relación de ese trabajador con la empresa de plataformas -al menos en ese caso particular- es una relación laboral como cualquier otra, no se diferencia de la que podría tener usted o yo, más que en su poca protección ante las eventualidades.

De esta manera, el ordenamiento laboral le da salidas a problemas que cambian con el tiempo sin necesidad de regularlos cada vez que van apareciendo. Normalmente, las regulaciones tienden a encuadrar las situaciones que pretender solucionar, lo que hace que sea poco flexible a los cambios, amarrando al juez a una solución a veces no adecuada. Los cambios ocurren cada vez más rápido y por lo mismo, superan a la respuesta legislativa, en materia laboral, la gran mayoría de las veces.

Hay que confiar en los jueces, que en este tipo de casos sabrán solucionar el caso concreto. Como dicen por ahí, las cosas son lo que son y no lo que uno quiere que sean.

José Andrés Valenzuela Farías
Abogado Universidad de Concepción.

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