Eric Forcael Durán
Ingeniero Civil, MBA, Ph.D.
Universidad del Bío-Bío

Es cierto que Concepción no es Nueva York ni tampoco Barcelona, aunque no por eso va a renunciar a ser una metrópolis moderna, bien conectada y entretenida, siguiendo ejemplos tales como Bilbao en España, o Pittsburg y Seattle en Estados Unidos.

Así como en Bilbao su red de metro, obra del gran Norman Foster, ha recibido importantes elogios internacionales, nosotros en Concepción también podríamos pensar en subirnos a nuestro propio metro desde la Universidad del Bío-Bío, —luego de visitar su futuro Planetario—, para posteriormente detenernos en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, y bajarnos finalmente en la Intendencia e ir a disfrutar de una buena obra en el Teatro Regional; nuestro Guggenheim.

De igual forma, así como Pittsburg, luego de sus oscuros días como parte del “rust belt” y la caída de la industria automotriz norteamericana, logró levantarse acompañada por University of Pittsburg y Carnagie Mellon, nuestras Universidades locales podrían ser la chispa que reactive nuestra industria penquista, a través del desarrollo, implementación y exportación de tecnologías 4.0 (robótica, inteligencia artificial, etc.).

Por su parte, Seattle nos muestra un camino lleno de rock, pop, y por supuesto de su mítico grunge con Alice in Chains, Pearl Jam y Nirvana, quienes lograron colocar a esta ciudad en el circuito mundial del rock, que hoy junto a su museo EMP (Experience Music Project), atraen a miles y miles de fans cada año. Nuestro Rock en Conce, que sólo en su primer año el 2015 logró reunir a más de 50.000 personas, podría mañana ser acompañado por un museo del tipo “hall of fame” del rock penquista (Los Tres, Santos Dumont, Los Bunkers, y tantos otros).

Lo anterior no implica renunciar a una ciudad moderna, llena de parques y ciclovías, pero también de edificios en altura, donde los extremos sean dejados de lado, como aquel planteamiento de limitar la altura de Concepción a 5 pisos, so pretexto de seguir ejemplos como Zagreb, capital de Croacia, cuando dicha ciudad tiene una superficie de más de 640km2, casi el triple de Concepción, hoy flanqueada por dos ríos, una línea férrea y el Cerro Caracol, limitando seriamente la expansión horizontal de su centro urbano.

Sí, Conce no es Nueva York ni Barcelona, aunque tampoco Zagreb. Podría, sin embargo, seguir los buenos ejemplos de otras ciudades como Bilbao, Pittsburg o Seattle, llegando a consolidarse como la capital del sur de Chile; universitaria, acogedora, entretenida, pero no por eso menos moderna.