Opinión

Lágrimas (pocas)

Todos lloran, pero no se preocuparon de que había un pésimo gobierno corporativo.

Por: Diario Concepción 31 de Agosto 2020
Fotografía: Jorge Condeza Neuber

Jorge Condeza Neuber
Ingeniero Comercial

Ocurrió en los últimos años con el presupuesto regional. El 2019, producto de la división con Ñuble, nos recortaron recursos que provocaron mucho llanto, promesas de que aquello sería corregido y rabiosas críticas al sistema centralista que agobia a nuestro país.

El 2020 nuevamente sufrimos la nula asignación de fondos en Convergencia y Transferencias regionales – una merma de casi 8000 millones-, que generaron la “indignación” de las autoridades que reiteraron su promesa de elevar el asunto regionalización a las más altas esferas. Pero no hubo acciones colectivas concretas para tratar, al menos de forma profesional, de revertir dichas situaciones. Y el resultado fue que todo quedó como había partido.

Ahora y mediante decreto, el Ministro de Hacienda rebaja 5.763 millones del presupuesto regional. Quedó el llanterío. Pero nada, se comenta que, en marzo y mediante carta certificada, el mismo ministro les pidió a todas las regiones la devolución de todo lo que hubiese. Acá nos pusimos con más de 11 mil millones que están registrados como gasto en el presupuesto regional. Estos manotazos ya suman 115 mil millones de pesos, de los cuales 15% provienen de Bío Bío y sólo 0,6% de la Metropolitana (682 millones). Nadie ha llorado al Serviu Bío Bío que ha visto rebajado su presupuesto en mas de 63 mil millones -18,2% menos- y nadie suspira por los recortes y transformaciones de otros presupuestos de inversión sectorial.

La lloriqueada sigue estos días, en forma transversal, por el supuesto cierre del piloto del Comité de Desarrollo Productivo que reemplazó a Innova Bío Bío para “revolucionar” la forma en que se usaban los recursos de Corfo y los Gobiernos Regionales. Ni idea de sus logros; nunca supimos que buscaban y menos cómo medían el efecto del gran reparto. Lo que sí supimos es que se constituyó en una herramienta del Gobierno de turno; antes PS- DC principalmente, y ahora de la UDI.

Todos lloran, pero no se preocuparon de que había un pésimo gobierno corporativo. Nunca a nadie llamó la atención que buena parte de quienes entregaban fondos (actualmente miembros del gobierno regional – UDI) luego se sentaban en el comité a aprobar su entrega. Tampoco nunca nadie se hizo cargo de los errores cometidos por dicho comité en los gastos del Bío Bío Week, que fue tan bien documentado en un potente informe de la Contraloría Regional.

“Nunca nadie evaluó a las instituciones debido a los cuoteos políticos”, dijo alguien por ahí, pero concordemos que esto no eran cuotas, sino que una simple captura, y donde eso ha ocurrido las instituciones han terminado mal. Y aquí la preocupación claramente nunca fue cómo sería la evaluación del experimento.

Ahora buscan pañuelos para secar la lágrimas sin percatarse que el sufrimiento terminará cuando comencemos a hacer las cosas mucho mejor y, por cierto, cuando nos propongamos de verdad hacernos respetar.

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