Opinión

Constituyente y descentralización

Creo que si Chile no es descentralizado, no será desarrollado y el debate constitucional es la oportunidad para abordar el desafío de la descentralización, creo que la descentralización debe ser Política, Administrativa y Fiscal para que sea real.

Por: Diario Concepción 21 de Agosto 2020
Fotografía: Augusto Parra Ahumada

Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha.

Desde la convicción que el rechazo en ningún caso constituye una negativa a los cambios constitucionales, si no más bien al camino en particular de la hoja en blanco y las tentaciones refundacionales en el reconocimiento de ciertas bases como mínimos institucionales que han hecho posible poner a Chile como un referente de progreso y considerando una responsabilidad estimular una participación legitimadora, asegurando el proceso pueda ser parte de una salida democrática, pacifica e institucional a nuestra crisis de convivencia democrática, como un proceso libre, democrático e informado pese a sus vicios de origen en la violencia. Creo necesario estimular el debate de contenidos y llamar a no quedarnos atrás en los temas de fondo, más allá de las legítimas opciones de cada cual.

En esa perspectiva, como han señalado algunos, creo que si Chile no es descentralizado no será desarrollado y el debate constitucional es la oportunidad para abordar el desafío de la descentralización, creo que la descentralización debe ser Política, Administrativa y Fiscal para que sea real.

En el plano Político es necesario comenzar por las bases institucionales a partir de la modificación del artículo tercero, para pasar de un Estado Unitario a uno Regional Descentralizado; Lograr un traspaso de competencias vinculante y permanente en las materias que así determine el órgano constituyente y que tiendan al fortalecimiento de las regiones y una mayor autonomía; y a su vez descentralizar el Poder a través de otorgar autonomía a las regiones en algunas de las Funciones propias del Estado (Legislativas, Ejecutivas y Judiciales) tendiendo a mejorar eficiencia e interpretar algunas sensibilidades territoriales identitarias sin romper con la cohesión estratégica del territorio.

En materia administrativa, es el momento de revisar la división política y administrativa, tendiendo a grandes unidades territoriales, macrorregiones o bloques, que sean lo más equivalentes posibles en Poder, para evitar desequilibrios centralizadores; una profunda modernización del Estado que debe comenzar por el sistema de inversión pública para tender a evitar seguir reproduciendo desigualdad de trato y propender a asignar bienes públicos equivalentes, evitando la discrecionalidad y la arbitrariedad en la priorización de inversión.

En materia Fiscal, avanzar hacia un marco general que permita pasar de nuestro magro 14% de definición descentralizada en relación al presupuesto del Estado y del 7% del PIB que nos sitúa en los últimos lugares de la tabla como uno de los países más centralizados de la Ocde al 30% promedio de dicho organismo con relación al presupuesto y al 15% del PIB.

Etiquetas