Opinión

Ingenio astronómico

Olvidados detrás de esos titulares y galardones, se encuentra un grupo de personas que nos permite estudiar el Universo como nunca antes: los ingenieros y técnicos.

Por: Diario Concepción 09 de Julio 2020
Fotografía: Depto Astronomía UdeC

Roger Leiton
Departamento de Astronomía, U. de Concepción
Centro para la Instrumentación Astronómica
Proyecto Anillo Formación y Crecimiento de Agujeros Negros

La prensa nos deleita con descubrimientos e imágenes sobre el Universo que nos dejan sin aliento. Astrónomos reciben importantes premios por sus descubrimientos y algunos hasta son populares entre el público. Pero, olvidados detrás de esos titulares y galardones, se encuentra un grupo de personas que nos permiten estudiar el Universo como nunca antes: los ingenieros y técnicos.

La ciencia siempre está empujando los límites de lo posible. Una importante limitación para entender al Cosmos pasa por la falta de datos o porque los existentes no son suficientemente precisos para sacar mejores conclusiones. Entonces, los ingenieros confrontan las aspiraciones de los científicos con la dura realidad y las convierten en soluciones funcionales. Mucho hay que recorrer entre una buena idea y su realización, un camino plagado de grandes y pequeños problemas y decisiones que resolver, desde el tamaño correcto de un tornillo o crear un material inexistente. Detrás de cada megatelescopio, acelerador de partículas, cohete, estación espacial, supercomputador, o sonda planetaria, hay un ejército de ingenieros que diseña, mide, ensambla, suelda, prueba, programa y un largo etcétera, para que estos artilugios fascinantes funcionen (dentro de presupuestos limitados y anticipándose a las posibles amenazas al proyecto).

He aquí algunas de las proezas que realizan los ingenieros: *Hay espectrógrafos que observan el vaivén de estrellas lejanas con una precisión de 1 m/s. *El detector LIGO mide variaciones de 1 centésima del diámetro de un protón en la compresión y dilatación del espacio cuando una onda gravitacional pasa por la Tierra. *Los espejos de megatelescopios en construcción se pulen con una precisión 4 mil veces más fina que un pelo. *Desde 1977 las sondas Voyager funcionan a la intemperie del espacio y desde 20 mil millones de km aún siguen enviando datos. *La sonda Parker es el artefacto enviado más cerca del Sol y funciona a temperaturas de hasta 1300 oC y bajo una intensa radiación. *El Telescopio Espacial Kepler detecta planetas a partir de variaciones de unas pocas partes por millón en el brillo de estrellas. *Nueva tecnología hará que los robots enviados a Marte, luego de viajar casi 500 millones de km, aterricen a menos de 100 metros del lugar predicho. *El observatorio LISA consistirá, desde 2034, en 3 pequeñas naves flotando en el espacio formando un triángulo de 2.5 millones de km por cada lado, las que medirán sus posiciones relativas (por si pasa una onda gravitacional) con una precisión de 20 millonésimas de una millonésima parte de un metro (casi el diámetro de un átomo de helio).

Una audaz lista de maravillas gracias a anónimos ingenieros. Mi más profunda admiración.

(Dedicado a Rodrigo y a los miembros de CePIA)

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