Opinión

Medioambiente en clave coronavirus

Es el momento de apreciar genuinamente el rol vital de la salud de nuestro planeta y tomar las medidas inmediatas por la naturaleza, donde la economía ha de plantearse dentro de los límites que esta nos permite.

Por: Diario Concepción 10 de Junio 2020
Fotografía: Director ejecutivo del Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa).

Dr. Claudio Toro Aedo
Director ejecutivo del Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa)

Hace algunos días se celebró el Día Mundial del Medioambiente, y -paradójicamente- la mayoría de nosotros tuvimos que hacerlo a puertas cerradas y no al aire libre. Sin embargo, entre tanta dificultad y dolor, quizás estos días pueden constituir una excelente oportunidad para reflexionar y mirar a nuestro entorno de manera diferente en medio de la emergencia sanitaria.

Sería esperanzador que desarrolláramos una visión ecosistémica, que a su vez nos permita valorar todo lo que la naturaleza nos proporciona. Agua y aire limpios, alimentos nutritivos, fuentes de medicamentos, abrigo y mitigación del cambio climático, entre los más vitales. Por ejemplo, cada año, las plantas marinas producen más de la mitad del oxígeno de nuestra atmósfera, y un árbol es capaz de limpiar nuestro aire absorbiendo 22 kilos de dióxido de carbono y liberando oxígeno a cambio.

No obstante, en los últimos 150 años, la superficie de arrecifes de coral vivos se ha reducido a la mitad y los incendios forestales -que consumen millones de hectáreas- ya son eventos anuales que ocurren con cierta normalidad tanto en la Región del Bío Bío, como en otras zonas de Chile y en el extranjero como en Brasil, Estados Unidos y Australia, por nombrar los países más afectados últimamente. Ello, sumado a la deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la actividad industrial han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza, impactando negativamente de manera irremediable la biodiversidad.

El coronavirus nos ha demostrado que cuando destruimos la biodiversidad, destruimos también el sistema que sustenta la vida humana. Las zoonosis son enfermedades que se transmiten entre animales y personas, y es muy probable que la Covid-19 se haya originado en la fauna.

Si mantenemos la abundancia de especies huéspedes de patógenos se puede reducir el riesgo de enfermedades, en lo que se denomina “efecto dilución”. Así, el mantener intactas la naturaleza y la diversidad de especies nos protege de las pandemias. Por el contrario, si se remueve a estos huéspedes y se mantienen sólo unas especies de animales, probablemente ellas se transformen en transmisores de enfermedades, tal como lo plantea el científico Bernard Bett en el Informe Fronteras PNUD.

Quizás hoy es el momento de apreciar genuinamente el rol vital de la salud de nuestro planeta y tomar las medidas inmediatas por la naturaleza, donde la economía ha de plantearse dentro de los límites que esta nos permite. Es por ello que quizás como nunca antes necesitamos una mayor convergencia entre lo político, lo social y lo científico.

Etiquetas