Vivimos un momento oscuro; la Tierra nos quedó chica. Cuidar nuestro planeta significa salir de nuestra cuna e ir al espacio.
Dr. Fernando Izaurieta
Departamento de Física, Universidad de Concepción
Si vive lejos de luces de ciudades y hoy en la noche está despejado, mire hacia el este a las cinco de la mañana. Verá una lluvia de meteoros, las Eta Acuáridas. Son trozos de hielo y roca dejados por el cometa Halley orbitando el Sol, y que se incineran al chocar con nuestra atmósfera a 200 mil km/h.
Hay miles de estos escombros espaciales, de todos los tamaños y composiciones. Desde los cometas, glaciares espaciales que se lanzan en picada hacia el Sol desde más allá de Plutón, hasta asteroides metálicos de alta pureza. Gracias a la Ciencia estamos tranquilos, pues sabemos que al menos durante un par de siglos ninguno de los más grandes y peligrosos chocará con nuestro mundo.
Nuestro problema más urgente es otro. Hemos crecido mucho, y la extracción de recursos para una humanidad tan numerosa produce desastres ecológicos como el cambio climático o la pandemia que nos afecta. Para cuidar nuestro mundo y de la humanidad, debemos buscar esos recursos en otra parte.
En este punto los asteroides se vuelven una esperanza. Un asteroide cualquiera puede valer tanto como el PIB de Chile. Ellos guardan enormes cantidades de agua, minerales y materia orgánica, flotando en el espacio. Extraer nuestra riqueza desde ellos sería la forma ideal de cuidar nuestro planeta.
Esta idea pudiera parecer ciencia ficción, pero en abril de 2019 una nave espacial japonesa, la Hayabusa2, disparó munición de alto calibre contra el asteroide Ryugu (valorado en 80 mil millones de dólares) y creó un cráter en él. Le arrancó un trozo de su interior, y a fines de este año estas muestras deberían a llegar a Japón desde el espacio. Este es el tipo de misión que permitirá a los científicos japoneses crear la tecnología para industrializar el espacio. Al principio será difícil; el primer tornillo fabricado en el espacio será el tornillo más caro de la historia. La inversión y el riesgo inicial serán enormes. Pero poco a poco bajarán los costos y se conformará una sociedad espacial mucho más capaz, con los recursos de varios mundos a su disposición.
Llevar maquinaria industrial pesada directamente desde la Tierra a los asteroides es casi imposible. Necesitamos peldaños espaciales con una gravedad menor, como la Luna y Marte. Por eso veremos en las próximas décadas como la NASA, su equivalente chino la CNSA, y millonarios como Jeff Bezos y Elon Musk colonizan estos mundos en forma permanente.
Vivimos un momento oscuro; la Tierra nos quedó chica. Estamos en la “edad del pavo” y cuidar nuestro planeta significa salir de nuestra cuna. Hacer lo correcto es difícil, e ir al espacio a veces parecerá imposible. Pero haremos real lo que parece imposible usando Ciencia, que es magia que funciona.