Carlos Saavedra Rubilar
Rector de la Universidad de Concepción

Los primeros días de abril, iniciamos un año académico sin precedentes. Cada integrante de la comunidad Universidad de Concepción ha debido enfrentar situaciones que trastocan completamente la forma de relacionarnos y la manera de asumir nuestro quehacer institucional.

Como comunidad académica, iniciamos las clases en modalidad a distancia el pasado 6 de abril.

Este inédito modo de enfrentar la formación de cada estudiante ha supuesto asumir la labor docente en condiciones completamente distintas a las que estábamos acostumbrados y ha requerido hacerse cargo de desafíos tan complejos como combinar nuestro quehacer institucional con la corresponsabilidad en las tareas domésticas, distribuir los tiempos con hijos pequeños que quieren estar en todo momento con sus padres o compartir Internet y equipamiento computacional con otros miembros de la familia, todo con el agravante de los temores que cualquier ser humano siente con un peligro que no puede ver ni enfrentar bien.

A pesar de las adversas condiciones, docentes, estudiantes y funcionarios han puesto todo su compromiso y sentido de pertenencia a la UdeC para asumir este desafío y, pese al distanciamiento físico, aprovechar las plataformas digitales para mantener el contacto social.

Dadas las condiciones de esta crisis, tanto en nuestra Universidad como en otras esferas laborales, se necesita actuar combinando equilibradamente el cuidado con la flexibilidad, priorizando el bienestar de las personas de modo que cuenten con las mejores condiciones para responder a las responsabilidades de distinto orden.

En nuestra Casa de Estudios, desde que se suspendieron las actividades presenciales como medida para resguardar la salud de cada integrante de la comunidad universitaria, hubo un trabajo sistemático para crear las mejores condiciones que permitieran iniciar el año académico 2020. En dicho contexto, más de 1.500 docentes participaron en programas de capacitación de las plataformas digitales y se activó un proceso de postulación a becas de conectividad y préstamo de equipamiento, beneficiando hasta el momento a 3.600 estudiantes, en el primer caso, y a medio millar, en el segundo.

Lo anterior demuestra un compromiso de todos los estamentos universitarios para actuar a la altura de estas históricas circunstancias, asumiendo con responsabilidad, dedicación y empatía el trabajo que permita alcanzar nuestros objetivos en este complejo y difícil escenario. Ciertamente, estas características forman parte del modelo de formación que deseamos transmitir a cada egresado de la Universidad de Concepción y se corresponden con los valores institucionales que, en su primer siglo de vida, han definido el carácter público y social de nuestra Casa de Estudios.

En esta fecha, en la que se ha conmemorado el Día del Trabajo y se ha iniciado el mes de aniversario de la Universidad de Concepción, saludamos con afecto a toda nuestra comunidad, agradeciendo la labor que cada integrante ha realizado desde las más diversas funciones a fin de dar vida a nuestra Casa de Estudios.