Valentina Rioseco
Integrante del Programa de Estudios Europeos UdeC

La relación entre Covid-19 y DD.HH. es cercana. Los gobiernos del mundo, incluido Chile, se encuentran adoptando acciones urgentes para proteger nuestra vida y nuestra salud, ambos reconocidos como DD.HH. en tratados internacionales y regionales ratificados por Chile. Algunas de estas acciones restringen otros DD.HH., como ocurre con la libertad de circulación y ello es posible cuando estos otros DD.HH. no son absolutos, es decir, que admiten excepciones. Otras de estas acciones pueden vulnerar DD.HH., como ocurre cuando en un discurso público se relaciona a personas migrantes en situación migratoria irregular con focos de contagio; cuando se amenaza con golpes en caso de no cumplir con un confinamiento; o cuando no se adoptan medidas necesarias para proteger a mujeres que se ven obligadas a pasar un confinamiento con su agresor.

Como la pandemia es global, instituciones, ONGs y Estados en todo el mundo se encuentran recordando lo que saben sobre la relación entre DD.HH. y situaciones de emergencia en salud pública. Uno de estos organismos es la Agencia de la Unión Europea de Derechos Fundamentales (FRA), que recientemente publicó un informe en el que concluye que una de las lecciones aprendidas a raíz de experiencias con el VIH y el Ébola, es que salud pública y DD.HH. no entran a un juego de suma cero, es decir, no están en tensión uno de otro. Por el contrario, cuando las respuestas en salud pública se hacen con pleno respeto a los DD.HH., los resultados son más exitosos.

Entonces, el camino para Chile es claro: Las acciones adoptadas para proteger la salud pública pueden restringir, pero no vulnerar otros DD.HH. ¿Cómo saber cuando una restricción pasa a ser una vulneración de DD.HH.? La solución es similar a aquella que existe hoy para enfrentar esta pandemia: Examinar. Ello es así porque las restricciones que admite cada derecho están reguladas en los mismos tratados donde están contenidos estos derechos. Por ello, cada restricción debe aprobar un examen riguroso de DD.HH., donde se determine que esta cumple con criterios de necesidad, proporcionalidad y respeto por el principio de no discriminación. Afortunadamente, la Cidh y el Acnudh han producido una importante cantidad de material con guías sobre cómo cumplir con estos criterios. Para respetar nuestros DD.HH., proteger a las personas más vulnerables y salvar vidas, resulta fundamental que quienes hoy toman decisiones relacionadas con la Covid-19, sepan aprovechar estos recursos.