Trotar: derribando mitos

09 de Marzo 2020 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Archivo

Claudio Carvajal Parodi
Director del magíster en Kinesiología Musculoesquelética
Universidad San Sebastián

El running se ha convertido, en los últimos años, sobre todo, en una práctica popular entre las personas que realizan actividad física regularmente. Cada temporada se celebran más y más corridas convocando a deportistas, aficionados y familias enteras.

Sin embargo, si preguntásemos respecto de sus consecuencias para la salud, de seguro obtendríamos un gran listado de potenciales lesiones osteomusculares. ¿Es trotar dañino para el sistema musculoesquelético? Aunque sabemos que cada corredor posee susceptibilidades individuales y que estas se expresan dependiendo de diversos factores, como el estado general de salud o la dosificación de la actividad, entregaremos algunos datos que nos ayudarán a derrumbar este mito:

“Es malo para la columna”

Una indicación frecuente en personas con discopatía lumbar es evitar correr. Sin embargo, un estudio de 2017 demostró que los corredores presentan discos intervertebrales más voluminosos e hidratados que las personas sedentarias asintomáticas. Los autores concluyeron que correr podría ser un estímulo para potenciar la estructura discal.

“Es malo para las rodillas”

Varios estudios han aclarado que trotar no está asociado directamente con la artrosis de rodilla. Una investigación de la Universidad de Maryland determinó que la carga imprimida sobre las rodillas de los runners no era suficiente para iniciar la degeneración del cartílago. En 2017, además, se demostró que los corredores recreacionales tenían tres veces menos riesgo de padecer artrosis de rodilla que los sedentarios.

“Los runners lesionados siempre deben guardar reposo”

Si bien las lesiones de tendones son frecuentes en los corredores, los sedentarios no están exentos: ellos representan alrededor del 30% de las tendinopatías del miembro inferior. Además, si los corredores con tendinopatías guardan reposo absoluto, su periodo de recuperación será más lenta. Por ende, el tratamiento recomendado incluye disminuir la frecuencia del trote, cambiar la superficie o modificar la técnica, sin que necesariamente el afectado deba dejar de correr de forma absoluta.

“Los corredores con pie plano tienen más riesgo de lesionarse”

Si bien es una creencia ampliamente difundida, el pie plano no debe ser considerado siempre como una patología. De hecho, un estudio de 2014 concluyó que los runners que tenían pie plano pronador, una vez acumulados 1.000 kilómetros de carrera, se habían lesionado menos que quienes tenían un pie normal.

Las personas que trotan regularmente deben hacerlo con responsabilidad, supervisión profesional y cumpliendo parámetros que garanticen su indemnidad. Y para esto requerimos no solo de profesionales de la salud y del deporte que estimulen la práctica de actividad física segura, sino que desmitifiquen las creencias que la desincentivan.