Opinión

Infalibles recetas contra el dolor

Por: En el Tintero 02 de Enero 2020

Para muchos puede ser una auténtica sorpresa que entre todos los problemas de salud del país, la salud bucal y las consecuencias de su descuido esté entre las top ten de las que más preocupan a la ciudadanía.

No es para nada una preocupación reciente, siempre hubo mucha gente sufriendo por cosas que pasan en ese más bien olvidado sector de nuestra sufrida anatomía. Suetonio, el conocido autor de Vida de los Césares, cuenta de lo fastidioso que se ponía Nerón al andar por ahí con dolor de muelas, insufrible inconveniente para un persistente y acrítico músico aficionado.

Un insigne sabio y naturalista de la época, del siglo primero; Cayo Plinio Segundo, aconsejaba salir al campo, buscar un sapo y escupirle en la boca para traspasarle el dolor de muelas. Adicionalmente, se puede informar que este autor del best seller Historia Natural describía con igual certeza haber visto un personaje en Samotracia a quien le habían salido dientes nuevos a la tierna edad de 104 años y que había individuos con dientes tan venenosos que apagaban el brillo de los espejos y mataban a las crías de las palomas con sólo el aliento. Todo esto dos mil años antes que Gabriel García Márquez.

Los consejos de tan insigne sabio no se detenían en ese punto. Tenemos todavía otras tentadoras opciones para librarnos de las odontalgias, se puede, si no encontramos sapos a quienes escupir, utilizar cenizas de la cabeza de un perro rabioso, mezcladas con aceite de ciprés y puestas en el oído del lado adolorido. Aunque estos ingredientes son de relativo fácil acceso, también resulta infalible comerse un par de ratones al mes. Teniendo esto en consideración, es dudoso que todo lo pasado haya sido mejor.

PROCOPIO

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