Dr. Carlos Saavedra Rubilar
Rector de la Universidad de Concepción

A días de finalizar el 2019, resulta necesario reflexionar en torno al período más complejo vivido por el país durante los últimos 30 años.

Desde la Universidad de Concepción, nos corresponde, además, mirar este proceso a través del prisma de una institución centenaria. El 2019 representaba un año particularmente relevante por cuanto se conmemoraban los primeros 100 años de nuestra Casa de Estudios. Y así fue asumido durante los meses iniciales, como en marzo, cuando recibimos a la Generación Centenario; o en mayo, cuando el Teatro Regional nos abrió sus puertas para festejar este importante hito fundacional; o en septiembre, cuando nuestros campus universitarios recibieron a la comunidad interna y externa para celebrar Fiestas Patrias, en el evento 100 Cuecas para el Centenario.

En dicho marco, el 18 de octubre de 2019, se produce el estallido social, en el que un masivo movimiento ciudadano puso en primer plano un conjunto de demandas que, desde muchos años antes, se incubaba en el país. Sentidas exigencias asociadas con cambios sustanciales en salud, educación, pensiones dignas, derecho de aguas, igualdad ante la ley, equidad de género, entre otras reivindicaciones, pusieron en crisis todas las estructuras que sustentan nuestra nación.

Fiel a su tradición centenaria, la Universidad de Concepción, que nació por iniciativa de la ciudadanía penquista, respondió a esta crisis desde su esencia como un espacio abierto a toda la comunidad. Encuestas de percepción, cabildos por facultades y reparticiones universitarias, actividades artístico-culturales, ayuda psicológica y asesoría jurídica a través de la Oficina de Apoyo Ciudadano, participación de toda la comunidad universitaria en conversatorios y espacios de discusión constituyeron algunas formas de enfrentar y contribuir al diálogo relacionado con las demandas sociales, expresadas masivamente en todo Chile.

Al comenzar un nuevo año, que corresponde además al inicio de un nuevo centenario para la Universidad de Concepción, el desafío es aportar significativamente a la construcción de una sociedad más justa, comprometiéndose activamente en la generación de propuestas para la elaboración de una nueva Constitución para nuestro país. Estas propuestas deben basarse en el conocimiento disciplinario y en el encuentro de saberes que integre a toda nuestra comunidad y que se articule con el territorio. La formulación de la nueva Constitución debe sustentarse en acciones afirmativas en un proceso que garantice paridad de género, presencia de pueblos originarios y representación efectiva de los ciudadanos independientes.

Nos corresponde trabajar por un cambio sustantivo en el país, un cambio que nos permita transitar de un estado subsidiario a uno solidario, que propicie el avance hacia una sociedad con mejores condiciones de vida para todos los chilenos y chilenas. En este sentido, este proceso constituye una oportunidad que no podemos dejar pasar, pues debe servirnos para alcanzar un Chile más justo, equitativo y solidario.